Ya os dije que estoy lejos… muy lejos de las ambigüas coordenadas de vuestro existir “moribundo” entre el billar y las tardes tediosas vividas bajo las continuas partidas de futbolín. Adiós dije a “las navajadas traperas” de colegas contra colegas por culpa de alguna hembra. No. No me interesa volver a ver vuestras peleas de gallitos callejeros. Lo mío pertenece a otra perspectiva muy diferente de la vida. Para mí no es posible dejar mi Sueño… porque Ella ocupa todas mis decisiones. ¿Y qué me importa a mí que me llaméis “mandarina” por ello?. Prefiero ser “mandarina” que pertenecer a vuestras bandadas de buitres carroñeros.
Tan opuestos sois a mis humildes Ideales que yo encendía mientras vosotros estábais con el “marlboro” subido a las expresiones geométricas de caeros al suelo para fornicar con las “heroínas” de la barriada, que no me interesan ni vuestras “heroínas” ni la Marijuana que… por cierto… hace mucho tiempo que la desterré de mi pensamiento…
Sabéis trazar muy bien las trampas en eso de los póqueres de damas… pero yo me he especializado en el sencillo juego de las escaleras de color que valen incluso más que todos vuestros ases que os guardáis entre las mangas. Ya sabéis que mi regreso no es para volver a estar con vosotros sino para seguir viviendo mientras vosotros os cansáis de vivir…
Guardad, si queréis, silencio. Que a mí me sobran palabras para decirle a Ella que no tengo más horizonte que el de sus miradas y que mi barca siempre seguirá navegando en el extenso océano de sus ojos. Adiós “larrys”. Seguid matando al tiempo navegando en los cócteles de la Ginebra de la Negrita Bardinet. Y que os aproveche…
Y para terminar de cuestionarnos preguntas sin respuestas os doy yo la mía: “No se debe de andar como los cangrejos, siempre para atrás, sino como las liebres, siempre hacia adelante”. Al menos adelante están las sorpresas mientras que atrás solo queda la desesperación de no salir nunca al universo de la ideas libres. Que al fin y al cabo de ideas os estoy hablando…