Yo te prometo que tendrás más que palabras
perdidas en las promesas inútiles del día.
Tendrás besos de sólida presencia
en tu alma de dulce mediodía.
No hagas caso de poemas panfletarios
que sólo sirven para ser la guía
de la triste existencia parasitaria
de alguna podrida ideología.
Tendrás besos, tendrás placer
y tendrás un hombre que acaricia
en vez de políticos disfrazados
de poetas ocultando la avaricia.
Entonces acuérdate, Julia,
no de las palabras de la politiquería,
sino de las letras sencillas y profundas
del hombre que te amará en la vía.
Y si quieres dedicarle un beso
a tu Principe de la Poesía
dale el beso más dulce y profundo
a ese chaval de la portería…
o al chico que vende los helados
o al que te atiende en la peluquería
y déjame seguir mis pasos
brindando a mi chica Melodía…
Que cuando se ama como yo la amo
no se puede cruzar la ría
para cambiar de agua donde bañarse
ni de fuente donde sentirla mía.