Sentada en un banco de un parque en una ciudad cualquiera y mirar cómo pasa la vida. Detener cada segundo de nuestras vidas y observar qué ocurre en cada instante: mirar cómo ese hombre, de cabello canoso y unos 50 años de vida a sus espaldas ,se levanta cada mañana, cuando el despertador suena a las 6:15 de la madrugada, a trabajar con desgana, pues lo lleva haciendo casi toda una vida. Observar como aquella muchacha de ojos cristalinos pasea sola por las calles anhelando algo perdido…
Mirar como aquella pareja de enamorados viven ahora el comienzo de un amor que ahora creen eterno y pensar que les queda mucho por pasar, mientras que la vida pasa ante sus ojos…
Observar muy detenidamente como una mujer anciana, de unos 70 años y con la mirada perdida en algún recuerdo, dedica un ratito de su tiempo a regar sus macetas, aquellas que , junto a ella, ven como se van poco a poco todos nuestros tesoros más valorados …
Mirar y darnos cuenta como pasa la vida y que cada uno la dedica a aquello que cree más importante… Va pasando la vida y a veces no miramos porque no queremos mirar; porque suena más bonita la mentira.