Pequeña boberia de humor que encontré en un cuaderno viejo…

Pepín es un niño muy curioso. No lo digo yo, lo opina todo el que lo conoce. Tiene seis años, cuerpo de unos 7 u 8 y una mente de salido adolescente. A poco de salir de la guarderia ya presentaba indicios de “madurez” sexual.
– Pero, doctor, ¡mi hijo tiene solo seis años, y sabe más o tanto como los chiquillos de quince!
– Pues no veo solución, señor Pérez- dice el doctor- si el niño ha aprendido todo sobre el sexo le tienen que haber enseñado en alguna parte digo yo…
– Pues también es verdad…- se sorprende el padre- a ver, tú, donde has…

¿Pepín?
Pero Pepin ya no estaba allí. En ese momento estaba siendo descubierto por una niña en el baño público. Mientras esta salia despavorida gritando (mamáaa una cuca) Pepín pensó que quizá debiera dejar las pajuelillas para cuando estaba en su casa.
Asi que guardó su revista porno en su maleta escolar de Pokemón y salió en busca de su padre.
A la vuelta de la esquina pasó desapercibido por delante de una niña traumatizada de por vida…

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