Al anochecer pienso en ti,
sueño contigo,
y despierto ardiendo en deseos de que estuvieras aqui.
Es duro mirarte y pensar que jamas podre contar nada de lo que siento, ojalá las cosas no fueran asi, ojalá no fuera esta la realidad, pero asi es, y ya no se que hacer, cada vez que te veo pienso en como sería besar tus labios, y ser feliz por fin entre tus brazos…
Aun sabiendo que todo son deseos imposibles, sigo deseando
Sigue soñando ese sueño de anochecer predestinada… porque estoy seguro de que tendrás muchos motivos para recordarla cuando se haya eliminado la imposibilidad de vivirla. Un abrazo, zoe.
Se pasa mal con ese vacío interior, con ese querer y no poder, todo te recuerda a esa persona… pero es bueno aprender que la felicidad no está solo entre unos brazos, está más a la vista de lo que crees. Cómo si llevarás un sombrero y lo buscarás por toda la casa, el sombrero es tu felicidad.
Sigues deseando y podrás hacer dos cosas: traspasar los límites de ese deseo imposible e intentar hacerlo posible, o seguir adelante en el camino y no llorar mirando hacía atrás, hacia aquella piedra que dejaste en el camino y por la cual correrías hacía atrás una y otra vez…