Soy la sombra que ciñe tu silueta
bajo la luz de la luna,
aquella que te acompaña
durante las noches vacías,
cuando el sentimiento de melancolía es tal
que hasta los muertos necesitan
alguien con quien hablar.
Por qué gastar hojas en blanco
si podemos escribirnos sobre la piel,
para qué clavarnos agujas
que aún sin estas podemos sentir placer,
sólo hay que abrir la mente
explorar nuestros sentidos,
cristalicemos nuestras almas
y hagamos compañía a las estrellas
aquellas que yacen entrecortadas
en el fondo del lago.