Viene a matarla y ella le espera,
su corazón se acelera;
y no es el pánico lo que la inquieta;
es mas, cuando el llegue se estará bien quieta,
no opondrá ninguna resistencia.
Su caballero de los avernos se aproxima,
ella quiere estar deslumbrante para él,
pero, ¿ como refulgir ante aquel que vive abrazado
a las centelleantes llamas del abismo?
El solo quiere devorar su carne y su sangre,
lo único que ella tiene que hacer
es preparar el comité,
del que será la gran protagonista,
puesta en bandeja.
El resto no importa, el no se fijara en nada mas;
y ella lo sabe; pero ahí la tenemos,
escogiendo del armario su mejor vestido de satén,
consciente de que acabara desbaratado;
al igual que su precioso pelo liso,
que terminara hecho una maraña;
y su piel.. oh! su sedosa y delicada piel,
tanto esmero en hidratarla con loción
y embadurnarla en perfume;
para acabar desgarrada, hecha jirones
y hediendo a muerte
*kabra*