a lo lejos se ve,
aquella sombra que jamas volvere a abrazar,
ese amor que hace mucho se marcho,
y que jamas volvere a visitar, me envuelve esa pena,
desnuda y acompañada de culpa, callo en el silencio,
para no susurrar en el tiempo, mi vida triste,
sumerge la alegria,
te vas, o te fuiste,
¿por que te irias si igual aqui lo tienes todo?
¿acaso que te vas a buscar?
veo una lluvia lejana, aquel cause inunda mi pena,
ese vacio lleno de peces, mariposas que esperan volar,
aunque si no te vuelvo a ver, que mariposa voy a sentir,
en mi estomago, lleno de licor, y cera de vela.
acaso te fuiste a pensar, a soñar,
por que te vas con el tiempo, si la vida te trajo a mi,
acaso te vas, a buscar mas dolor en la oscuridad, de mi propia vida.
acaso te vas por no querer comprender,
que te ame, y que te ame, y tu no mas, no mas te fuiste,
hayyyyy, mi niña de barro,
acaso eres como la arena y el mar,
que todo lo que se escribe en mi vida en forma de arena,
tu te lo llevaras para irte con el mar.
Tu doliente poema llega al alma, Albert. A veces vemos como en la vida se nos escapan las ilusiones de algo o de alguien por quien sentimos verdadera pasión. Ten fe, Albert. Quizás a la vuelta de la esquina la niña del barrio todavía te está esperando. O la misma u otra con distinta singularidad. Pero en la esquina del barrio posiblemente encuentres otra voluntad a la que amar o la misma recién inaugurada de nuevo. Un abrazo y adelante. Tu poema es lindo.