Dudan todos aquellos y aquellas que afirman “si no lo veo no lo creo” y, sin embargo, ven a un leopoardo y lo confunden con un guepardo o ven a un guepardo y lo confunden con un leopardo o, para más inri, ven una oveja meria y la confunden con una oveja churra o ven a una oveja churra y la confunden con una oveja merina. Podría poner muchos ejemplo pero ahora quiero seguir adelante en mi reflexión y dejo otros miles de ejemplos más para demostrarles a ellos y a ellas que ven y no saben lo que ven.
Miles y miles de gitanos y alguno o bastantes payos, dicen ser creyentes de Jesucristo vivo y, sin embargo, se pasan horas y horas y más horas, poniendo flores y rezando centenares de rosarios, que se pasan hasta que se cierran las puertas del cementerio con tanto rezo, a las múltiples Vírgenes que se han inventado (lo cual es un insulto a Dios porque Virgen madre de Jesucristo sólo hubo una y se llamaba simplemente María nada más) y a tantísimos santos y santas inventados e inventadas por caprichos de los sacerdotes de todas las religiones habidas y por haber, implorándoles milagros para sus parientes ya muertos, sin darse cuenta, por necedad continua y constante, de que la Virgen (que no son miles sino una sola) y todos los llamados santos y santas (que fueron iguales que cualquier otro ser normal) están muertos y los muertos no pueden hacer ninguna clase de milagros.
Las cosas claras y cuanto más claras más fáciles de entender si en vez de tener una mente tan cerrada nos ponemos a escuchar a Dios. El único ser vivo (porque está vivo aunque muchos que dicen creer en ello no lo demuestran) y que hace milagros es Jesucristo, único ser vivo que tiene naturaleza humana y naturaleza divina al mismo tiempo y por ello, por esto tan sencilla de entender, Él es el que hace los milagros diarios a través de la acción del Espíritu Santo que anida en el alma de los verdaderos creyentes cristianos. Los creyentes que no dudamos algo tan claro y evidente. El único ser que puede hacer milagros es un ser vivo y éste es Jesucristo. Pero predicar la Palabra de Dios aún todavía ya en pleno Siglo XXI a muchos que creen en Dios es como predicar en el desierto.
La falta de conocimiento es la falta de sabiduría. La duda es la falta de conocimiento. Luego la duda es la falta de sabiduría. Elemental. Principio lógico nada más que se aprende en las escuelas cuando sólo somos niños y niñas. Decir que creemos en Jesucristo vivo y dudar de que Jesucristo es el intermediario que, a través de la acción del Espíritu Santo que anida en el alma de algunos cristianos y cristianas de los de la Verdad, es una total ignorancia. Lo dice la Bilbia: “Los muertos no hacen nada de nada ni sirven como conducto para que Dios haga nada de nada porque al estar muertos Dios no puede escuchar lo que se pide a través de ellos). No ha habido miles de Vírgenes distintas (como dicen las autoridades eclesiásticas de todas las religiones que dicen creer en Dios, en Jesucristo y en el Esprítu Santo). Y la Biblia lo deja bien claro. “No son santos los que están en los altares, que simplemente son figuras hechas por manos de los hombres, sino todos aquellos que creen en la Verdad de Jesucristo”. Por eso Jesucristo dijo. “En mi nombre os digo que todo el que creyera en mí, sin duda alguna, es santo ys santa.
Sigamos deiciendo verdades. ¿Quiénes dudan?. Los que confunden al leopardo con el guepardo y viceversa, los que confunden merinas con churras y viceversa, los que como Tomás veía y no creía hasta que Jesucristo se lo dijo. “!Que poca fe tienes Tomás y eso que has sido discípulo mío y me has visto hacer milagros con tus propios ojos!”. El Milagro 16-18 es, para Dios, si se pide a través de Jesucristo y actuando el Espíritu Santo que anida en los verdaderos cristianos, uno de los milagros más fáciles que puede hacer. Mucho más difícil es mover montañas (“la verdadera Fe mueve mntañas” dice la Palabra de Dios) y lo están viendo, están viendo cómo se mueven las montañas y siguen dudando. ¿Qué son entonces todos los deslaves que arrasan con pueblos o incluso ciudades sino movimientos de las mostañas?. ¿Se muven o no se mueven las montañas?. Yo afirmo que se mueven.
Dudar es consecuencia de no creer. Sólo dudan quienes no creen. No es la duda, como dijo un sabio cuyo nombre todos sabemos, la verdad de la vida. la Verdad de la Vida es no dudar de que Jesucristo vive. ¿Qué es eso de dudo luego pienso?. ¿Qué pensamientos pueden ser los pensamientos de los que dudan?. Simples desvaríos, simples faltas de confiazna. Luego el sabio que lo dijo demostraba que no era capaz de tener firmeza en lo que veía y si no tenemos firmeza en lo que vemos es que no somos verdaderos cristianos. Otros dçia hablaremos más del tema. Por hoy es suficiente y claro y rotundo: EL Milagro 16-18 del que tanto os hablo es Verdad.
Lo afirmo, reafirmo y confirmo… porque no es sólo Fe sino Realidad.