¿MOrimos cuando dormimos?. ¿Nacemos cuando despertamos?. Quizás sólo sea cierto que, entre ambos parámetros, estemos únicamente soñando. Y así, en un continuo andarivén de muertes y nacimientos diarios, vamos completando nuestra limitada existencia que en realidad no nos pertenece completamente porque siempre hay pedazos de nuestras muertes y nacimientos diarios que pertenecen a otros seres vivos que se nos cruzan en el camino soñado y nos condicionan nuestra existencia. A veces quiséramos ser sólo idealibre para decidir lo que nosotros pensamos, pero continuamente nuestras muertes y nacimientos diarios se entremezclan con las de los demás, al menos con las de aquellos seres vivos o muertos que forman parte de nuestro más íntimos cículo vital; y entonces nuestra smuertes y nacimientos diarios también repercuten directamente en la de ellos como las de ellos repercuten directamente en nosotros. En fin. La vida es un complejo pentagrma que nos ha endosado un mistérico Creador, el cual nos da un condicionado libre albedrío para ir colocando nota tras nota en nuestro continuo soñar que es el vivir… notas que vamos disciplinando y asumiéndolas como propias. Quizás lo mejor sea no perpetuarse demasiado sino simplemente remorir y renacer hasta que se agote nuestro caudal de pálpitos pero, mientras tanto, sintamos el deseo de pertenecer a lo socialmente nombrado como convivencia humana.
Un comentario sobre “Remorir y renacer”
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La vida en sí no deja de ser un unmenso hacer caminos al andar (Machado). La tranquilidad del paso y la elección de giros y revueltas, decide, en muchas ocasiones el verdadero sentido. Atravesar la vida es haber aprendido a vivir. La inmensa oportunidad de haber vivido es un don que no se da, sino a quienes son concientes de su verdadero sentido. Nada más simple se ha convertido en sueño, en el sueño de la Razón (Goya), en el ser o no ser (Hamlet). Precioso texto y reflexión profunda. Me aventuro a seguir cerca de tus pasos.