Rojo y amarillo
el día nace…
y yace
un pajarillo
junto al pretil.
¿Quién ha matado
su canto alegre?.
Silencio.
La tarde sigue…
y las sombras alargan
todo el perfil.
Sobre el puente
un marinero
hace vigía..
vigía…
bajo un sombrero…
Silencio
Que nadie cante.
El pajarillo
ha de existir.
¡Que fuertes, tus palabras! Sencilla pero certera, esa es mi poesía favorita.
Silencio, ya no se escucha el canto del pajarillo…
Me ha entrado una pena al leerlo, es tan real que se siente el dolor de la pérdida.
Popea, me ha llegado el beso que has dejado en el texto de TT. Gracias amiga.
Recibe otro de mi parte.