Absurda se vuelve la materia de los espejos sin luz. Es como hundirse en un vacío sin ninguna otra cosa que el espectral fantasma de la Muerte. No tiene ninguna clase de recompensa vivir dentro de esos espejos oscuros de las drogas, el sexo fornicario y la violencia de cualquier grado y clase que sea. Te miras en ellos y no ves más que una sombra oscura de ti mismo o de ti misma. Nunca eres tú mismo o tú misma, compañero y compañera, viviendo dentro de esa clase de espejos; porque debéis saber que la oscuridad de vuestros espejos no son los míos. Nunca lo han sido. Y nunca lo serán. Que el mío (y los que me acompañan) son espejos con luz incluso en las noches más negras que os podáis imaginar.
Podéis hundiros si queréis (porque tenéis libertad de decisión) en esos oscuros espejos de los que os estoy hablando; pero en ellos no estarán nunca vuestros “yo”… y simplemetne seréis, en ese caso, seres deambulando por calles sin salida alguna. Sin embargo, ya véis, nosotros caminamos por miles de senderos con Luz de Vida Eterna…
Atrévete a salir de la oscuridad. Sólo depende, únicamente, de saber decir NO.