Sacando versos de tus labios
me encierro contigo entre las alas
de este viento enardecido
donde crecen las olas
y el mar sediento de amapolas
se convierte en roja llamarada.

Tanto afán de sentirte mía
enhebrando poemas en el alma
es como el nido que nos une
en plena estación de primavera.

Llega la hora cierta de los acentos
suaves, ligeros, como espuma
bañada en el fuego de la presencia
como volcán de edades superpuestas.
Y en esta juvenil carrera
hacia el infinito del amor ansiado
te tomo cual figura de mis sueños
y te brindo poemas de compañía.

Sueño echado sobre la tierra germen
de mis propios anhelos y tus caricias
más acá del sentido de las horas
está tu presencia eternizada.

Presurosos los besos ya encendidos
surgen de la espesura de un momento
creado para hacerte Poesía.

Y entre los versos blancos de mi vida
te arrullo en las ondas del silencio
más las palabras siguen siempre,
incógnitas del sentido amoroso,
posándose en tus labios de Princesa.