La montaña tiene el perfil de un antiguo revolucionario.
El lago que la alaba està hecho de sus làgrimas
al ver la pobreza de las almas humanas
y al darse cuenta en qué se convirtio
todo por lo que habia luchado.
Su sangre en vano derramada
ha ascendido hasta el cielo
para ser recordado en cada atardecer.
Mientras intento alcanzar mi sombra
que yace cerca de mi silueta color de nada,
una figura oscura atraviesa el cielo
para ir a posarse en la comisura del labio
de este malconocido personaje
que lo estira y sonrie largamente
y retorna luego a su merecido descanso.
Sonrio a mi vez y me largo de ahi con mi sombra a rastras,
no vaya a ser que al ave se le ocurra picarle los ojos.