Es necesario seguir… pero esto no significa olvidar, ni rechazar, ni dejar de esperar. Al amor se le espera caminando…. caminando… caminando… que ella o él está siempre en los cruces de cada camino. Puede ser que creas que el amor te ha abandonado o que está pasando de tí, y sin embargo yo creo que no. Que el amor te está observando… siempre te observa el amor… siempre observa tu camino… y siempre está soñando que un día se embarcará contigo en el Navío de la Inmensidad: ese aparato en que viajan los soñadores del espacio Vorem. No. El amor no está pasando de tí.
El amor no está olvidándose de ti. Te observa. Sus ojos te observan. Y un día saldrá al camino, te hará el navio-stop en mitad de tu travesía y la invitarás /(si es mujer) o le invitarás (si es hombre) a seguir adelante juntos… No lo olvides, Edu, no creas que el amor te ha despreciado. Lo que ocurre es que el compañerismo se busca, la amistad se encuentra y el amor siempre, siempre Edu, siempre nos sorprende… !Adelante, Edu!. !Llora todo lo que tengas que llorar por ella… por la que no es ella.. por las otras… por todas… porque que sé que una te sorprenderá!. Puede ser que sea ella… la que no es ella… otra… la que no es otra sino la misma pero en distinta versión… pero te sorprenderá. Y mientras olvidas el dolor de su desprecio, que el llanto te sirva para levantarte y recuerda, caminante, que aquí estamos los del Vorem para ayudarte. Un abrazo, Edu, por saber llorar a tiempo, por saber levantarte a tiempo, por saber caminar a tiempo… y porque estoy seguro de que comprendes que el amor está siempre observándote hasta que te sorprenda como nos sorprende a todos los demás. Gracias por ser humano… y por eso gracias por demostrar que el amor es terriblemente humano…