Si la persona pensada tiene su propio pensamiento, el pensamiento de Nietzsche no nos sirve absolutamente para nada. Siendo yo profesor de Literatura en el Colegio El Sauce de Cumbayá (Ecuador) un alumno o una alumna (no recuerdo ahora a qué género pertenecía) me afirmó que era fanático seguidor o fanática seguidora del pensamiento del Nietsche. Yo sólo le miré a él o a ella (pues sigo sin saber a qué género pertenecía) y medité lo siguiente: “está tan alienado o alienada con el pensamiento de Nietzsche que no tiene su propio pensamiento además de que ¿cómo puede entender el pensamiento de Nietzsche si no sabe entender lo que es el ser humano o lo que escribío Juan Montalvo por ejemplo?.
Cuando Nietsche afirma que es muy sabio se equivoca rotundamente; porque no puede existir ningún sabio que no sea comprensible para un niño o una niña de corta edad. Los verdaderos “hijos de Nietzsche” no tienen nada de sabiduría en sus pensamientos, porque para alcanzar la excelencia de conocer las cosas de la vida, esas que rodean nusstros pensamientos y nos hacen pensar porque son vivencias puras, no se puede estar alienado mentalmente. Y eso es lo que hace Nietzsche con sus fanáticos seguidores o seguidoras: alienarlos con tan tremendas contradicciones que es imposible entender qué entiende él por ser humano. Una bondadosa evocación de la vida se nos hunde cuando nos alejamos de la claridad y nos introducimos en las oscuridades de Nietzsche de las cuales no se aprende absolutamente nada que no sea el caos primordial. El caos primoridal nietzschiano se basa en que ama sólo lo decadente. Para Frederich Nietzsche el ser humano sólo es un ser decadente, con lo cual yo no estoy para nada de acuerdo. Decir que el ser humano es un ser decadente es como decir que la oscuridad es la luz. Una contradicción de tal magnitud que es una verdadera contradicción. Por eso considero que el pensamiento de Nietzsche está muy lejos de ser el pensamiento de un sabio.
Nietszsche también afirma que él es muy inteligente. Yo me pregunto, razonando con lógica fundamental y básica, ¿cómo puede ser Nietzsche verdaderamente inteligente cuando no sabe que hay más allá del alma humana?. Nietzsche intenta penetrar en el alma humana a través de la fenomenología existencialista en lugar de hacerlo a través de la existencia misma y la existencia misma sólo consiste en ver al ser humano y saber que para concoer su alma sólo es necesario saber que tiene su propio pensamiento. Lo verdaderamente inteligente (muy lejos de lo que razona Nietzsche) es saber que la persona pensada tiene su propio pensamiento si no está alienada por ninguna teoría existencialista sin más salida que el caos y la caótica cuestión de creer que todo el mundo es un absurdo. Si el mundo fuera un absurdo niezschiano dejaría de ser mundo para ser antimundo.
Nietsche se jactaba de escribir libros muy buenos y, sin embargo, leyendo sus obras uno se da cuenta, rápidamente, de que de cada cien reflexiones que hace comete al menos un 99 % de equivocaciones cuando trata de hacer que la materia humana sea antimateria. ¿Se puede escribir un buen libro donde se diga tal contradicicón?. O bien Nietzsche había salido de la razón para entrar en la sinrazón (que es lo más probable) o Nietzsche confundió de tal manera al ser humano (y con ello a sus fanáticos seguidores y seguidoras) que al ecce homo cristiano lo intentó reducir simplemente a ecce homínido; creyendo que él era el líder de una nueva manera de humanidad.
La voluntad de Nietzsche, al querer completar un verdadero “corpus” literario-filosófico queda totalmente invalidada al eliminar el pensamiento del ser humano. Insisto, antes de seguir, en que “cuando la persona pensada tiene su propio pensamiento, el pensamiento de Friedrich Nietzsche no nos sirve absolutamente para nada”. Para ser nietzschiano es necesario dejarse alienar y perder la voluntad propia al introducirse en el mundo de las oscuras experimentaciones y lucubraciones existencialistas que no son otra cosa sino fantasmagorías sobre la realidad humana. Corromper del tal manera al alma interna de las personas es un defecto psicológico de gran envergadura; porque todo buen psicólogo de los seres humanos lo primero que debe plantearse es conocer a ese ser humano desde el interior; pero no desde un interior metalingüistico como hace Nietzsche sino desde un interior simplemente espiritual.
Caulquier niño o niña de muy corta edad, una vez que ha aprendido a razonar por sí mismo o sí misma, deja de ser un ser humano alienado y pasa a poseer un pensamineto individual e intransferible, mientras que Nietzsche engloba todo su conocimiento tratando a los seres humanos como una masa sin conciencia ni pensamiento propio. Nietzsche por eso escribió el errático pensamiento de “humano, demasiado humano es el monumento de una crisis” cuando en realidad toda crisis humana es, sobre todo, espiritual. Nietzsche creía que dominaba el arte de conocer la naturaleza de las cosas y, sobre todo, la naturaleza de los seres humanos, pero olvidó lo más esencial: el componente divino que existe en cada naturaleza de las cosas y en cada naturaleza humana. Por eso describió al pensamiento humano (al ecce homo) como un simple producto del instinto animal. Mayor error no he leído yo en mi vida. Jamás un ser humano se mueve solamente por el instinto animal a no ser que haya perdido su naturaleza humana que proviene directamente de Dios. Pero es que cuando Nietzsche habla de Dios se complica tanto que acaba perdiéndose en la antimateria de Dios, creyendo que Dios es sólo antimateria. El pensamiento nietzschiano olvida por completo a la figura de Jesucristo que es parte intrínseca de Dios. Por eso el existencialismo es una de las filosofías más erráticas que han existido para explicar la naturaleza del pensamiento humano.
Los fríos pensadores como son Nietzsche y los fanáticos “hijos e hijas de Nietzsche (o sea sus seguidores y seguidoras) ven la vida totalmente oscura, que es como decir que no ven la vida. Adorar los caóticos pensamientos de Nietzsche llega a trastornar tanto el pensamiento de sus seguidores y seguidoras que, al introducirse en el caos de lo antinatural, se convierten en gentes alienadas y pierden las cualidades propias de las personas naturales.
Los libros de Nietzsche ni son propios de un sabio ni, mucho menos de un hombre inteligente como él se autotitula, sino de un ser que ha perdido el norte de sus ideas y sólo deambula por la epidermis de la naturaleza humana (cree sólo lo que ve) sin entrar nunca en la claridad de lo que existe en el interior de cada persona. La globalización del mundo actual tiene dos polos opuestos: la total alienación humana (al estilo nietzschiano) y la total personalización humana (al estilo cristiano). ¿Cómo es posible que aquél alumno o alumna del Colegio el Sauce de Cumbayá (Ecuador) se ufanase ser seguidor fanático o seguidora fanática de Nietzsche si no era capaz de entender qué sucedía en el interior de la persona que, del sexo opuesto, intentaba compender o comprenderla?. No es posible poder interpretar el pensamiento de Nietzsche si no se sabe antes interpretar el pensamiento de Cervantes, Shakespeare o Goethe, que era lo que le ocurría a aquel joven (sea cual fuese su género masculino o femenino).
En las oscuridades de Nietzsche no encontramos más que a un “ecce homo” convertido en cosa. Porque este filosofo-literario que, por lo tanto, no es ni filósofo ni literario, olvidó que la genealogía de la moral no es una expresión sorpresiva como tanto alega, sino una expresión espontánea que es, precisamente todo lo contrario. La equívoca y negativa Transvaloración de la que nos habla Nietzsche es totalmetne el polo opuesto a la inequívoca y positiva Transformacíón cristiana (tanto en el aspecto físico como en el aspecto espiritual).
No podemos analizar la belleza humana desde fuera hacia dentro (como hacían Nietzsche y el resto de los existencialistas dcel siglo XX) sino desde dentro hacia afuera (para comprender bien quien es la persona humana que está formando parte de nuestro pensamiento) ya que, y termino como empecé, cuando la persona pensada tiene su propio pensamiento, el pensamiento de Nietzsche no nos sirve absolutamente para nada. Porque para este sudo filósofo y suiedoescriotr y sus seguidores, el infinito es indómito, lo cual es un grave error conceptual, ya que el infinito es totalmente reconcocible y aprehensible si sabemos que le pertenece a Dios. Sólo comprendiendo la verdadera dimension humana y natural de Dios (la figura de Jesucristo que Nietzsche es incapaz de analizar quizás porque sabía que al hacerlo se descubriría la superficialidad de sus oscurantistas pensamientos aparentemente profundos) nos demuestra que cuando una persona tiene pensamiento propio es porque posee su verdadero espíritu como bien ocurre con los verdaderos cristianos y cristianas. Pero es que las tan conocidas transvaloracioens de Nietzsche no pasan más allá de ser las de un ser inferior como lo fue Zaratustra.
Efectivamente, amigo. Jesucristo te hubiera dicho: “Tu lo has dicho”. Por eso lo digo. Por eso. La opinión de ciertos filósofos es como las enredaderas de nuestras mentes. Y, desde luego, yo no me enredaré jamás en ellas. Cada cual tiene su propio ángulo desde donde mira. Mi ángulo de visión es abierto; tan abierto como tú te lo puedas imaginar… por eso respeto a quien respeta pero digo lo que respeta mi conciencia cristiana.
No sé, Diesel… no conozco a ningún “fanático” de Nietzsche que vaya por las casas diciéndole a la gente que tienen que creer en su palabra o serán muy muy infelices eternamente si no lo hacen. Cuando vea a alguno, hablaré con él.
La palabra fanático me pega más con cierta clase de cristianos (una parte) que hablan del infierno, del pecado mortal y blablabla. No conozco a Nietzsche ni lo he leído. En fin, lo único que sé es que un filósofo, y que la filosofía no va de alienarse porque sí, no va de decir “esto es así porque sí y ya está”, si no más bien de “¿porqué esto es así?”
Pero bueno, está claro que un hombre que afirma que Dios debería morir de la conciencia de la gente porque es antinatural nunca podrá llevarse bien con quienes piensen lo contrario (intelectualmente hablando, digo). Hay creencias que se basan en corazonadas, ¿de qué preocuparse entonces de lo digan los otros de si son ciertas o no? Está claro que para alguien que cree en Dios es absurdo leer a Nietzsche. Debe ser algo así como leer al diablo, supongo.