Si te vas,
no podré decir, amor,
no podré asir tu voz,
ni besar tan vivo corazón.
No seré más que refugio,
de vivas estancias de estaciones,
con trenes de viejos andenes
de otra vida que pasó.
Si te vas,
no habrá noches con luna,
ni días de soles,
ni mares de azules vivares.
No habrá misterios de piel,
ni esperas de reloj,
en esta espera por verte.
Si te vas,
si me voy,
nada será canción,
ni versos con corazón,
tan solo cristales rotos
de vieja y loca pasión.
No te vayas, amor,
no te vallas, que no,
que soy dócil en tus manos
y fuerte de corazón.
¿Te das cuenta de que todo es condicional? El Amor es un estado mental. Su tiempo y espacio son los propios. El poema nace de la génesis de lo primordial: sé que cuanto más siento mejor elaboro esta alquimia emocional.
En ese “no te vayas amor…la súplica incluye la inmensidad del momento”. Un saludo.
Valiente confesión poética de irrenunciación. Yo no entiendo el “no te vayas” como una súplica sino más bien como un deseo profundo de voluntad.
Muchas veces me pregunto si el amor de verdad es condicional. Amores de ayer que pasan y se van para formar parte de de ti, recuerdo metidos en una caja cerrada bajo llave. Pero, un amor que se apagó .
Si, Diesel…esta vez es un deseo profundo de voluntad.
Un beso fuerte!.
Hay muchas teorías que afirman que en verdad hay mucho de condicional, que somos pura química. No sé que sucede realmente en nuestro interior cuando nos enamoramos.
Un beso fuerte grekosay!.