Mas allá de mi memoria
busco la continuidad de mi ser,
que expira lentamentamente
cada dia.
Como buscando la razón
de ese breve espacio en que vivo.
Nada compensa el ocaso,
ni siquiera tu presencia enternecedora.
Vuelvo a mi para encontrarme
silente
torpe
nauseabundo.
Aunque me esfuerzo
no recuerdo la ultima
vez que amé,
todo es un letargo
vacio,
sombrió.
Las musas
no inspiran tu presencia,
o mejor,
es que esta es la presencia
de tu olvido.
Campanas vacias,
huecas.
Destino
distintos, inciertos;
cuanta desolación abrigo!!
Qué desolador cuando nada abriga! Me gustó 🙂
Tristísimo, muy evocador del ocaso… que puede ser figurado.
El ocaso y la negritud de la noche traen siempre un amanecer.Te lo recuerdo.
Un saludo.
Aunque te hundas en la oscuridad siempre hay alguien que te puede ayudar a abrir la puerta de la Luz, solo hay que hacer una llamada.
Saludos y bienvenid@.