Somos un árbol nacido… (Confieso que he vivido – 3a. parte)

Somos un árbol nacido entre los brazos libres de un sueño con voz de estrellas (“las vidas son unas cosas / que caminan con ensueños, / perfil con volumen mismo, / barcos que invitan a las rosas)… la fugitiva piel del agua que reverbera sus canciones en los nombres adoptados del misterioso diálogo con las tardes inmensas. Somos un pájaro antiguo que tiembla como los niños y lentamente se va hacia donde el bosque lanza su murmullo de flautas; el silencioso crepúsculo de las noches mansas.

La realidad existe, sí, porque lo cantan las palabras que nos hacen libres peregrinos del van y el vienen (puntos seguidos donde reposa / el túnel de los dulces sueños / y de los helechos del alba / con meta nocturna como Destino)…

como viento rozando los tejados donde anidan las viejas gotas del agua. Somos marchas separadas que al final se juntan entre el río y el cementerio pero que, mientras estemos en el camino, controversiaremos con la materia y el espíritu.

Somos orillas del tiempo, invitaciones cóncavas de guarismos hechos ribazos de sueños (Vivir entonces es una esperanza / del éxito de la palabra en alza / del cantautor eólico del sol)… barcos de vela llegados del amarillo rostro con musgos de mutuos paisajes internos. Somos edades para lo imposible; en los brazos libres para subirnos a la lejana altura de la colina de los intelectuales.

Al final de todo nuestro tiempo nos damos cuenta de que somos recordatorios de nuestra realidad como personas sin nombres ni pronombres (Vivir es la flecha que alcanza / esa diana que es un alabanza / imperiosa para el libro del amor)… día tras día, preguntas y respuestas en un corazón adornado con las estelas de nuestra larga travesía. !Somos Historia con Proyectos!.

Tercer Homenaje al Gran Poeta chileno Pablo Neruda.

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