STC
Viajar pegado a la puerta del metro debería ser un deporte nacional me dijo un señor que note molesto.
Tenia razón en medio de los vagones esta vacio, pero la gente se amontona en la entrada, como si en realidad fuera una salida de emergencia
“O tal vez saben algo que yo no he descubierto”
Bueno a mi me gusta viajar mas a mis anchas, sin alguien que me este pegando con su mochila sin un codo en mi espalda, sin mirar el odio tan de cerca, Ni que decir de aquel panzón que ni se baja ni deja bajar, o aquellos estudiantes que se empujan mientras una abuelita trata de entrar.
¿Y sabe que es lo peor?
Me volvió a dirigir la palabra el señor de rostro cansado sin espera de que le respondiera, ¡que aunque fuera un deporte mundial nunca seriamos campeones!
No pude evitar sonreír el se carcajeo ¿Apoco no joven? Tenia una risa que por usar tan pocas veces parecía oxidada –discúlpeme no lo puedo evitar pero es que es mejor burlarse a guardarse el coraje. Trate de volver a concentrarme en la lectura, de pronto uno se encuentra con gente ingeniosa, acaso menos cuerda, pero entretenida.
“Me da gusto verlo leyendo joven” señalo el libro que sostengo con la mano derecha mientras me sujeto con la izquierda del pasamano. La gente ya no lee solo ve tele… no quise ser grosero pero aclare, leo para evadirme, para evitar a las personas, para que este mundo no me vuelva totalmente loco. Me disparo todo su odio, la gente ya no conoce el respeto, sentencio, mientras codeaba a un individuo que iba dormido a su lado .Ya tenia otra razón para maldecir cualquier cosa. Yo me baje en la siguiente estación y me di el gusto de pisar a un idiota que estaba recargado en la puerta. En realidad no leo para evadirme, si no para dejar de ser, un buen día, uno de esos tipos que todos los viernes acostumbran a tomar, un cretino, Al menos los libros me han salvado de mis abismos y depresiones.
No siempre me ha ido bien (es un decir) ahora no seré muy afortunado pero me siento menos infeliz que hace unos cuantos meses. No te creas de pronto me da por pensar que si yo leyera TV Notas seguro ya me sabría la vida al derecho y al revés de Ana Barbará y su marido, ¿Y para que carajos me sirve eso? Es como decía antes la señora de la estética o la vendedora de zapatos o las que hacen ejercicio sepan algo de la vida que yo no he aprendido.
Mis parientes algunos tienen una carrera (muy pocos) y tampoco han leído muchos-libros. Fanny, una amiga de la preparatoria ha leído más libros de los que Cuauhtémoc Blanco leerá en su vida. Y eso no la hace ni mejor ni peor, solo un poco distinta.
Al menos a mi me da gusto que sepa que aunque suene como antro Maracaibo es una ciudad de Venezuela y que Oceanía es un continente y no solo una estación del metro , en fin no me hagan mucho caso lo que sucede es que aquel señor me puso a pensar en las razones para sumergirme en los libros en mundos fantásticos, en palabras extrañas, en situaciones delirantes que a veces, casi siempre tienen que ver con la vida misma, y con la muerte, y con la miseria verdadera, y con tus miedos, que son los míos, los de todos, los que andamos a pata en el pesero enlodándonos los zapatos, cuidando no pisar la mierda, lidiando con ambulantes-y-taxistas-cafres. Después de dejar la escuela tuve etapas infames, trabajos patéticos, y todo me hacia sentir apretado. Eran épocas oscuras en las que dormía boca abajo por que sentía que el techo se-me-caía-encima.
Trabaje en varias cosas, sentí dolor de espalda, quisieron hacerme creer que seria un esclavo de tiempo completo, (hoy no ha cambiado mucho, pero me divierto mas en mi trabajo de tiempo completo “eso si”) por fortuna mi madre es una mujer sabia, y me dijo que tenia que aprender y eso he comenzado hacer. Tuve trabajos horribles, conocí gente paisanaje, jefes idiotas, compañeros bien primitivos, jefas odiosas, supervisores que detestaban su vida, mujeres chismosas, pero también me encontré con personas honorables, uno que otro patrón decente, amigos leales, mujeres apasionadas y algunos ratos libres para leer y repasar el instructivo, de algún invento que ayudara a sentirme vivo.
Un comentario sobre “stc”
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Si se llega a caer el techo no te salvas. Mejor camina por donde veas el cielo; hay gente que camina por la calle con trozos de techo en la cabeza. Pero es algo que va cayendo poco a poco. Un saludo, me gusto la crónica y la reflexión