Hoy ha sido un día tremebundo en cuanto a recibir llamadas telefónicas. Durante las 24 horas del día no ha dejado de sonar. Menos mal que todo han sido noticias buenas. Un día emocional en la que destacan algunas llamadas llenas de expectativas futuras. Ha habido una verdaderamente emotiva. Resulta que hacía 3 largos años que no sabía nada de mi amiga Fany, Tres años en que había perdido por completo su rastro. Ahorarecibo una llamada desde Albacete. Es Fany. Lleva tres años trabajando como doctora en un hospital de Albacete, en La Mancha castellana, y a la alegría de poder reanudar contactos con ella se une el recuerdo de aquella Ruta del Quijte que, hace años, recorrimos José luis, Enrique y yo, y donde pudimos comprobar las delicias del vino manchego y !el mejor coñac del mundo!… que no es francés sino uno que se expande en los pueblos del Ruta del Quijote.
A nuestro amigo vorémico Sandy no le gusta esta novela. Piensa que es plomífera y aburrida. Desde luego que su lectura es gruesa… pero viéndola con ojos modernos todavía está en plena vigencia el pensamiento del Caballero de la Triste Figura. Yo pienso que es una obra genial. Los miles de ensayos que se han publicado sobre él así lo confirman. Yo ahora estoy escribiendo uno que titulo ¨Don Quijote y las mujeres. Lo estoy escribiendo pausadamente y gozando mientras intento plasmar, de vez en cuando, pinturas sobre sonetos que me vienen a la inspiración. En fin. Dejo de escribir porque me llaman por teléfono. !Hola!. Es una llamada de Connecticut. Resulta que un periódico hispano de allí me llama porque quiere publicar un artículo mío sobre los inmigrantes y. de paso, me ofrecen la oportunidad de ir allí a trabajar con ellos. En fin. Aventuras quijtescas de una realidad que a veces nos llena de pasmos.