Hoy te ví en mis sueños. Eras tan real, que creí que podía alargar la mano y rozarte la piel. Desperté con una sensación extraña. Aún te sentía a mi lado.
Lo curioso, es que, transcurridas las horas, aún te siento a mi lado; y noto el susurro de tus gemidos en mi cuello. Y se me eriza el alma cuando cierro los ojos, y se que estás a mi lado, acariciándome…
2 comentarios sobre “Sueños y horas”
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Muy sentido, los sentimientos del alma no se controlan deja que fluyan.
Un abrazo
Hay ciertas presencias que nunca nos desaparecen… me gustó tu página de diario. Un abrazo.