Tú me abandonarás silentemente
cuando tus ojos sólo miren al pasado
y las sombras de los pinos resecados
inunden de dolor toda tu mente.
Tú me abandonarás en el hiriente
frío de un invierno descuidado
cuando las tardes hayan apagado
las risas de tu boca sonriente.
Tú me abandonarás por el costado
de un tiempo oscuro y cercenado
donde tu alma ya no sea ardiente.
Tú me abandonarás como el agotado
amor fallecido en el cerrado
círculo de la llama decreciente.
Supongo que este precioso poema lo has escrito en nombre de Miguel. Hasta ahí llegas, Diesel. ¿Lo ha leído él?
Un abrazo.
Por supuesto que sí, Carlota. Lo conocen Miguel y Maraya. Los dos. Hemos conseguido que estén en comunicación ambos por ver si salvan su vida en pareja. Este poema se ha publicado con total permiso y aceptación de ambos. Lo que sucede es un tema muy grave porque hay otro elemento: una persona (si se le puede llamar persona) que por sus acciones demuestra ser… bueno me callo el calificativo… y solo le aplico la frase de Groucho Marx que dice así “Perdone que le le llame caballero pero es que no lo conozco todavía lo suficiente” )que es precisamente una de las frases que ha elegido Vorem en las que aparecen para que reflexionemos cuando entramos a él). Pero en fin. Estoy seguro de que al final triunfará el Bien sobre el Mal.
Te he mandado un mensaje privado.