Hoy salió el sol mecido por el aire fresco y cansado de la tempestad, acurrucando a mi flaco cuerpo y dándo alivio a éste loco corazón.
Hoy busqué tras las sombras de lo confuso, tras las puertas cerradas de la conciencia, y…no ví nada.
Busqué en mi, en ti, mas no vi, no vi nada, tan solo te encontré tu rostro, plácido, calmado y silencioso, sentado en una nube de algodón y esperando a la resurrección de los muertos.
A veces, espero a morir, moriré seguro, pero no escapará mi cuerpo sino mi alma, alma que apaga el fuego con el agua de la lluvia, alma conocedora de una verdad única y absoluta, que ríe porque sabe que el camino es largo y la vida un tablero son fichas.
Hola Nasia. Un placer volver a leer algo tuyo. El camino es largo pero por eso mismo nos da tiempo a corregir lo que debemos corregir y a afirmar lo que debemos afirmar. Buscar dentro de cada uno y/o de cada una es poder encontrar lo que estábamos buscando.