Para terminar con mi libro titulado “El tiempo vital: divisiones y subdivisiones”, he decidido finalizarlo definitivamente con lo que yo llamo Tiempo Muerto. El Tiempo Muerto es una división del tiempo que no tiene ninguna especificidad ni positiva ni negativa, aunque esto es relativo. Por la sencilla razón de que el Tiempo Muerto es aquel tiempo vital que nunca hemos vivido. Sucede que, en la vida, estamos tomando continuamente decisiones en uno u otro sentido; cuando vivimos algo dejamos de vivir algo. Lo explico de otra manera más copmprensible: al vivir una experiencia no vivimos otra experiencia que podríamos haberla vivido de haber elegido otra acción distinta. Esto quiere decir que nuestra vida se compone de tiempo vital y de tiempo muerto (o tiempo no vital dicho de otra manera). El Tiempo Muerto es, para todos los seres humanos, la experiencia que nunca se vivió y, por lo tanto, es una experiencia que nunca tuvo vida, por lo cual puede ser llamado Tiempo Muerto.
Si lo hubiésemos vivido nuestra existencia habría sido distinta o diferente; tanto para lo bueno (tiempo positivo) como para lo malo (tiempo negativo) de lo cual podemos decir que el Tiempo Muerto es, como mucho, un tiempo neutro aunque yo lo definiría mejor como un tiempo inexistente. Así que el Tiempo Muerto es como la nada de la que hablan algunos existencialistas. Para quienes creemos en la existencia del Destino previsto por Dios, sabemos que nuestro Tiempo Muerto no tiene, en realidad, ninguna importancia si estamos siguiendo el Camino de Jesucristo. Para los no creyentes, el tiempo Muerto siempre será algo que les pudo hacer cambiar su existencia hacia la felicidad que siempre empieza por tener fe. Esto lo conocen bien pero hacen como que no lo conocen. Para los creyentes, el Tiempo Muerto siempre se puede superar con gran facilidad, mientras que los no creyentes cuando piensan en el Tiempo Muerto no lo pueden superar, se frustran, y caen rápidametne en el alcoholismo, la drogadicción o el sexo libre (que ya sabemos todos lo que significa).
Esto es como participar en una competición deportiva o no participar en una competición deportiva. Para quienes participan el hecho de haberlo echo tiene un gran significado de felicidad sea cual sea el liugar en que se haya quedado; mientras que para quienes no participan (Tiempo Muerto) siempre les quedará la duda de que podrían haber sido felices habiendo participado. El Tiempo Muerto es un tiempo desconocido. Sólo Dios puede saber la verdad de dicho Tiempo Muerto; pero los seres humanos no lo conocerán jamás porque no lo vivieron. Insisto en que no es ni positivo ni negativo en sí mismo, pero sí puede ser poritiva o negativa su consecuencia. El haber dejado de vivir cierta experiencia (Tiempo Muerto) te puede hacer feliz o te puede hacer infeliz; depende de la personalidad de cada ser humano. Pongamos por ejemplo un desamor o un amor no experimentado. Para quienes saben seguir adelante no es una frustración no haberlo vivido, sino un acicate para seguir luchando con fe por vivirlo con otra persona; mientras que para los que no tienen fe ese desamor o amor no vivido los hunde en la depresión total. Repito que quien no vive cierto Tiempo Muerto puede ser feliz mientras que para otros que no han vivido ese Tiempo Muerto les puede hacer infelices.
En definitiva, el Tiempo Muerto forma parte de esas incógnitas de la vida que nunca podemos llegar a conocer mientras estamos vivos. Entre los humanos existen las telaciones interpersonales y cuando nos relacionamos con algún otro humano o humana estamos experimentando una porción de tiempo vital (tiempo de vida) pero cuando no nos relacionamos con otro ser humano hombre o mujer hemos perdido la oportunidad de haber experimentado compañerismo, amistad o amor (según sea el caso). Pues bien, esa experiencia no vivida es el Tiempo Muerto. El resultado final es que quienes son felices sólo recuerdan ese Tiempo Muerto pero no lo hacen para friustrarse sino sólo como recuerdo de que, a pesar de ello, han tenido la gran oportunidad de vivir otra experiencia mejor. Mientras que para los que no son felices el tiempo Muerto les plantea siempre la nostalgia convertida en desesperación, pues hay que distinguir estas dos cosas. Una nostalgia pasajera es a veces buena para entender por qué no era necesario tener aquella experiencia mientras que la desesperación es la de quienes se dan cuenta de que al no haber tenido aquella experiencia les dejó faltos de compañerismo, amistad o amor y eso sí es una barrera imposible de salvar. Tiempo Muerto no quiere decir que seamos más felices o más infelices, de ahí su relatividad, sino que significa no haber vivido algo a cambio de haber vivido otra cosa distinta. Si la cosa disitinta es mejor, el Tiempo Muertoi pasa, por así decirlo, a ser positivo; pero si la experiencia diferente es peor, el tiempo Muerto pasa a ser considerado tiempo negativo. Insisto en que es la consecuencia la que hace que sea positivo o negativo pero no el Tiempo Muerto en sí mismo, porque es un tiempo inexistente.
Debemos de darnos cuenta de que, en el mundo en que llegamos a la edad de poder elegir nuestro tiempo (cuando tenemos la libertad de elección en nuestras propias manos) ya estamos preparados para vivir el tiempo vital y para vivir el tiempo no vital. Ese tiempo no vital es el Tiempo Muerto, mientras que el tiempo vital es la vida que nos llena de experiencias de libertad. A cada tiempo de la vida le corresponde un tiempo de libertad y un Tiempo Muerto, pues al ejercer la libertad podemos elegir qué deseamos vivir y qué no deseamos vivir.
¿El Tiempo Muerto forma parte de la memoria de un ser humano?. Si. Es un tiempo inexistente en la vida real pero sí es existente en la vida imaginaria. En la vida imaginaria (que es vida real también) podemos imaginar mil y una cosas sobre ese Tiempo Muerto que no vivimos pero eso sirve para desarrollar nuestra imaginación. Tiempo Muerto, en definitiva, nos divide en dos clases de personas: los felices y los infelices. Por es lo he dejado para el final de mi Ensayo ya que tiene una significación muy profunda en nuestras maneras de ser y de actuar en nuestro Tiempo Vital aunque parezaca una extraña paradoja. No. No es ninguna paradoja inexplicable, sino el desarrollo evolutivo de nuestras personalidades: el Tiempo Vivencial nos convierte en hombres o mujeres con personalidad propia si sabemos qué es la libertad mientras que el Tiempo Muerto, para quienes conocen la felicidad, sirve para aumentar su imaginación que, en el caso de los escriotres, es fundamental.