En casa de Tito se respiraba humor, tranquilidad, y un cierto ambiente desenfadado…
Sus amigos tenían novia, pero él ….
En el Instituto veía a sus compañeras, pero algo lo frenaba para lanzarse a una conversación.
Su actitud cambió después de ver una película que le habían recomendado…Y en el colegio….
“¡Buenos días¡ ¿Que tal estas? … ¿Ya no sales con aquel chico?
“No, lo hemos dejado”
“¿Y eso?” -preguntaba Tito.
“Pues… Se pasaba todo el día hablando de coches. Estaba harta”.
Esa misma noche ,Tito en su habitación, apuntaba en una libreta especial:
“Para conocer a chicas, no debo hablar de coches”.
A la mañana siguiente Tito, se acercó a otra compañera de Instituto y…
“Hola” “¿Como te va con Lucas?”
“Mal”
“¿Y eso?”
“Pues, siempre está hablando de fútbol” (…)
Y aquella noche, Tito en su libreta especial anotaba:
“Para conocer a una chica, no debo hablar de fútbol”
A la mañana siguiente:
“Hola” “Te veo un poco triste…” -preguntó a otra compañera.
“Sí, Tito. Estoy decepcionada. El chico con el que salia me ha dejado”.
“¿Y eso?” -preguntaba Tito.
“Siempre fumaba mucho y a mi me molestaba, él no me comprendía”.
Y aquella noche Tito apuntaba en su libreta especial:
“Para conocer a una chica no debo fumar”.
A la mañana siguiente, el joven Tito vio a otra compañera sola con el almuerzo y Tito se le acercó, y preguntó:
“¿Y tu Novio?, tengo que hablar con él.
Ella respondió “Ya no salimos juntos. Lo hemos dejado”.
Y él con interés, preguntó:
¿Y eso?
Ella dijo: “Era muy mentiroso”. (…)
Y aquella noche Tito apuntó:
“A las chicas no les gustan los chicos mentirosos, para conocer a una chica debo ser sincero”.
Y gracias a este método Tito empezó a salir con una guapísima chica.
P.D A mi entender una de las cosas mas dificiles y al mismo tiempo sencillas son las relaciones personales, por el lugar que entran los fracasos habrán de salir. Alguien dijo “No desfallezcan”.
Los fracasos y los exitos nos renuevan.( Pienso yo)
Tito debía comprender, lo primero de todo, que él debía mostrarse tal cual era y que alguien comprendería que merecía la pena. Tito debía ser muy joven e influenciable, el que a pesar de las etiquetas que se colgó encontrase una chica guapísima (¿sólo le interesaba el físico por aquel entonces?) se debió a una casualidad.
Tito, como persona, merece tanto como el que más, lo importante es que se dé cuenta de ello. Tiene derecho a sus particularidades, siempre que no sean demasiado extravagantes… y aún así.
Un saludo.
De los fracasos se aprende, eso es bien cierto.
Has estado certero en este texto.
Un abrazo Volskier.
🙂 Cuanto cuento! Muy entretenido.
Pensé en este final alternativo mientras lo leía:
Tras reunir todos sus apuntes de ligue, Tito lo leyó en voz alta:
Para tener novia, debo pasar del fútbol, de los coches, del tabaco y de contar mentirijillas. ¡Pues que esperen sentadas, já!
Yfuemuyfeliz. Creo.
¡Felicidades por tus ideas, explótalas por mucho tiempo por aqui!