Reconozco mis errores pero es difícil persuadirlos al igual que todos. En esos momentos de derrota y no tener conciente que hacer con aquel problema provocado solo por uno mismo. El mejor alivio es pensar dar un último suspiro y por fin conocer la paz y la nirvana… ese que no puedo experimentar acá. Pero para que ser tan extremista, si aquello solo es un sueño suicida, que se intentan extinguir por no ser comprendido con racionalidad esas mentes mas complicada.
Pero solo un ególatra los juzgara diciéndole;
“Se han equivocado de mundo acá es donde reina la competencia, lo proclama la ambición y el pueblo es el que retribuye la conveniencia a su bienestar, de supuestas noblezas ganadas de la vulnerabilidad del ser inferior”
Si solo se pudiera vivir sin que las mentiras llegaran a las mentes mas inocentes, carcomiéndolos como un acido corrosivo esa ingenuidad y sinceridad dadas a diestras del el ser máximo.
Desde ese inicio empiezan las equivocaciones más dolorosas, resultado de una confianza perdida ase siglos, pero consolado por un humano igual de erróneo como todos. Pero esa es la moraleja, solos, seriamos nada dependemos del otro, como el otro de ti para confortarse.
De lo más magnifico creado por Dios “el amor”.