Frente estrecha, con cejas casi juntascejijunto), una nariz como de boniato rojo (porque le gusta chisparse de vez en cuando) y dos orejones pegados a sus parietales. Toñito recuerda, en su corta memoria, los tiempos en que llevaba las patillas anchas (de boca de hacha se llamaban) y participaba de las rondallas para conquistar a las chicas del barrio al ritmo de los marichis. !Qué tiempos aquellos! recuerda mientras entorna sus ojos oscuros como el carbón; con una mirada entre siniestra, simiesca y patética. Todo un cromo de mirada. Con algo de hipnotismo estrábico.
Cuello corto y grueso (como de boxeador de la categoría de pesos pesados) porque a Toñito le gusta hacerse respetar y cree que cuanto más grasa posea el cuello mayor miedo producirá en los jóvenes y jovencitas a quienes dirige y da instrucciones como muy buen maestro-anciano dice ser.
El cabello firme y duro. Como una masa de anémonas marinas esparcidas sobre el lecho de una playa. !Y es que Toñito siempre sueña con las playas y las chavalas sentadas en las playas!. Es por eso por lo que siempre usa playeras para caminar.
Las manos como dos puños de hierro. El se cree un tipo macizo pero en realidad todo es volumen y grasa. El músculo apenas se le nota. De tanto comer parrilladas de carne de cerdo aparenta un poco al Porky de Walt Disney. Los brazos son excesivamente gordos y cortos, como ocurre igualmente con sus piernas.
A Toñito, sentimentalmente, le gustan las chavalas a pesar de que está casado… y claro sueña con via jar a España para verlas tumbadas en la arena a lo largo de todo el Mediterráneo.
Toñito que es todo puro nervio y lenguaraz tiene señalada La Manga (en Murcia) para hacer cumplir sus deseos. El tiempo pasa y Toñito sigue soñando… pero el tiempo pasa… y en realidad ya pasó hace demasiado tiempo para él.