La tristeza forzó una sonrisa
Llena de hipocresía
Se alejó aun así convencida
De que la alegría lloraría.
Buscó cobijo junto al silencio
Despertando a la oscuridad
Encendió la luz de la melancolía
Y entre los colchones del dolor durmió.
Pasaron muchas lunas
Y seguía sin despertar
La alegría no había llorado
Su escudo, el de la felicidad
La protegió…
Ya no estaba tan segura
De poder verla llorar
Su príncipe llamado recuerdo
Nunca la fue a buscar.
Y dormía y seguía dormida
Y la alegría seguía sin llorar
Era una guerra perdida
Donde ella no podía ganar.
Se fue se fue debilitando
Hasta darse por vencida
Era una lucha inútil
Ya que de sobra sabia
Que cuando la tristeza se va
Llora, llora la alegría..de felicidad.
María.M.T.
Una alegoría muy linda donde juegas muy bien con conceptos realmente sutiles. Me gustó esa manera de plantear las dualidades. Te felicito.