Tus cartas sobre la mesa

En la puerta me dejaban,
trozos de ti para mí.
El señor que los traía
nada más podía decir:
Buenos días aquí las tienes
hoy llegan dos para ti…
y mis manos temblorosas,
no sabían cual abrir.

Me metía para casa,
me sentaba en el jardín
o en el patio de vecinos
que mas daba donde ir…
Si ya llevaba en mis manos
lo que me hacía sentir…

Bailaba mi pensamiento
con el leer de mis ojos,
palpaba tus emociones
entre cada punto y coma,
percibía tu olor, tu calor
y de sed moría mi boca…

Evocaba mi lectura
todo un mar de sensaciones,
nada de fuera oía
ni nada me distraía,
en ese momento infinito
eramos papel, tú y yo…

Me evadía en mis silencios
dejando caer mis ojos,
y allí estabas tú, de pié
con esa linda sonrisa,
con esa tan cálida voz
que agitaba mi corazón.

Días, semanas y meses
seguían llegándome trozos,
de tu vida, de tu gente,
de tu ayer, de tu hoy,
y también de tu mañana,
y todo me lo llevaba
entre tintas y palabras.

Ahora.. Sigo aquí sentada…
recordando ilusionada.
El ayer… atrás quedó,
pero de todo el pasado,
de todo eso, he ganado…
Tus cartas sobre la mesa
y tú… que estás a mi lado.

3 comentarios sobre “Tus cartas sobre la mesa”

  1. ¡Precioso! Muy bonito de verdad, me ha encantado el verso del final. Vales para esto.
    ¡Felicidades! has llamado mi atencion con cada palabra, cada verso.

    Un beso.

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