En la tierra fértil,
en el campo florido,
los arpegios me cuentan
mil historias de un pasado ya vivido.

En el cofre de los sueños rotos
se encierran historias,
canciones que sembraron
antaño las gentes de bien,
melodías dispuestas a florecer en años venideros
para goce y deleite de los hijos gestados.

Hoy el campo está seco y árido,
lo abonaron otras gentes
con rencores, envidias y recelos,
egoísmo y poder envenenaron las aguas del riego.
¿Dónde están las gentes que en su día lo cuidaron?
_No vinieron…se marcharon.

Consigo se llevaron las sonrisas de los niños
resguardándolos de un final inminente,
futuros héroes de tiempos venideros.
La esperanza de una nueva vida
la llevan en sus ojos impresa.

Demos tiempo al tiempo,
Con ellos llegará la Paz tan ansiada.

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