En el silencio absoluto de cada rincón de esa casa, se desvanece sin pausa, cada sentimiento que al principio era una necesidad; El amor, la pasión, la alegría, la paz y todo lo que a mi me hacía pensar, en una vida feliz, que algún día yo sería protagonista.
Pero el silencio tormentoso de aquel hogar sigue, el llanto por las noches se hace una rutina. Aquel individuo de un cuerpo robusto y enorme, el inagotable pensador de oraciones marcantes e injurias hacia esa persona que le prometía amor y protección eterno. Aún así todo fue un infalible sueño, que ella vivió al inicio se esta convirtiendo en pesadilla de dolor y sufrimiento.

Cuando sale al trabajo, vuelve después de una juerga…al parecer todo es un reinicio. Me estoy sintiendo involucrado como testigo del mal. ¡Quiero que esto acabe! Pero ella me susurra en mi oído con voz tormentosa; que ah aquel hombre oscuro le guarda un miedo incondicional, que quiere despojar y votar al precipicio, por sus amenazas perjudiciales a su vida.
¡Quiero que todo esto pare! , no tolero esa mente llena de maldad, lobos con cuerpos de oveja, que están haciendo un estorbo para el desarrollo y evolución de los sentimientos puros que les entregan personas que confiaron en ella, y sin un remedio preventivo no lo supieron valorar.
El sentimiento de protagonista me hace creer parte de esa historia, por ello no pretendo quedarme como observador sino como personaje activo, saquemos un llamado de auxilio en donde el grito despierte hasta las almas del más allá. No quedará impune sus entregas de dolor, el brazo de la justicia acabara su misión. Se hará una limpieza de estos especimenes, que se escudan en sus robustas estructuras al que dicen llamar humano.