Hoy, un domingo más de esos que se acumulan en el sentimiento de la vida, un domingo que circula llenando el equipaje de las emociones para sentirse, cada vez más, un poco más acá de los corazones humanos… he tenido una visita llena de sorpresas relativas. No es que no esperes la llegada del ser humano tan diferente como lo imaginas pero sí… cuando alguien a quien no ves desde hace tiempo de pronto te visita para pasar un fin de semana a tu lado siempre hay sorpresas relativas que descubres al mirar a los ojos a esa persona y verlos llenos de alegría y de objetivos para un mañana mejor.
Quedan pocas horas para acabarse este tramo de compañía y es por eso importante saborearlas y apurarlas hasta la última gota de los sentires.
Y así… discurriendo los minutos con el placer de estar al lado de esa persona a la que ves de vez en cuando y que quizás por eso la ames con mayor intensidad… se va alongando la permanencia de esta especie humana en que nos hemos convertido gracias a la sensación de querernos por encima de cualquier circunstancia.
Sí. Ha sido un final de semana feliz y me propongo estar toda la madrugada despertando recuerdos y llenando el hogar de pétalos invisibles pero realmente profundos: los pétalos de una razón llamada Cariño.
(Para Leslie)
Es fantástico disfrutar de los reencuentros, de los lugares comunes…
un abrazo
Has dado en el centro del sentir: la razón llamada Cariño es la mayúscula expresión que nos despiertan el hecho de compartir presencia con seres amados. Y nunca dejes de gozar esos instantes que son para ti placeres de la especie humana. Efectivamente. Así es. Eso es quizás la parte más intensa y hermosa de ser persona.