Gray.
Todo es niebla. Estoy dentro de la niebla. No veo. No me ven. Todo es niebla y mi contorno se se difumina para ser solamente una silueta borrosa y sin dimensiones. ¿Cuál mi patria? ¿Dónde está mi origen? Camino en medio de la niebla. No veo. No me ven. Pertenezco a ese mundo en donde todo es un vacío absoluto de lo que parece imposible… pero no es el vacío existencia que preconizan muchos, todos ellos teóricos nada más, que están errados y hasta viven erráticos cuando me quieren definir. ¿Cuál es mi patria? ¿Dónde está mi origen? ¿Quién soy yo? ¿Y mi vida? ¿A qué lugar pertenece mi vida o en qué sentimiento se ubica mi verdadera vida? Oigo la voz en medio de la niebla.
– ¡Estás siempre en el punto cero de tu existencia! Quieres alcanzar el olvido pero alcanzar el olvido es imposible para el ser humano. Tienes que definirte con absoluta realidad pero sólo eres una imaginación; la imaginación de la energía del vacío de tus palabras.
Quiero pronunciar palabras para poder ser alguien en el mundo. Quiero pronunciar palabras pero la niebla de la indiferencia me deja en los márgenes de esta existencia sin poder alcanzar nunca esa definición ancestral con la que me quiero reconocer. No veo. No me ven. Y sigo escuchando la voz.
– Siempre hay un límite en la precisión cuando nos queremos definir.
– ¿Y mi límite? ¿Cuál es mi límite para hacerme reconocible?
– No tienes posición precisa y por eso tu verdadera patria, el origen de tus orígenes, es un punto cero. Nadie conoce tu posición verdadera ni nadie sabe tu conocimiento exacto. No eres máquina sino ser humano… pero es imposible que ellos sepan porque eres solamente un olvido… y para todos ellos es imposible superar el olvido para poder reconocerte. Por eso debes recordar… recordar… recordar siempre tu particular historia personal hasta poder alcanzar una posición totalmente nueva en un mundo que no te ve.
– No veo. No me ven.
– Porque tu verdadero origen es un estado interior y anterior a las opiniones y razonamientos sobre la vida y sobre los demás. Esta niebla que te rodea, que te asume como parte de ella es esa posición y ese momento en que nadie quiere pensar. Eres equilibrio que se impone desde fuera, desde una imposición totalmente ajena a ti. Tu propia personalidad te la imponen desde afuera, desde lejos de tu propio yo.
– Quisiera volver a la inconsciencia infantil primigenia para poder tener otra mirada… otra mirada con la que poder ver… y otra mirada con la que me puedan ver todos los demás…
– Todos los demás no son conscientes de la existencia de tu propia vida porque están muy interesados en acabar con tu propio sentimiento. Si dejas de sentir empiezas a existir.
– Pero yo siento. Si soy un ser humano es que siento; aunque este mundo desde afuera, ajeno a mi mundo desde adentro, me hace ser cambiante, ser mutante, ser línea borrosa en medio de la niebla. ¿Y mi propio yo interno? ¿Qué sucede con la eternidad de mi propio yo interno?
– Todos los demás desean convertir tu propio yo interno solamente en un conjunto de palabras vacías. Ya nadie te escucha.
– No veo. No me ven.
– Los demás seres humanos están creando su mundo y tú no eres de su mundo. Estás en el límite perdido en el punto cero. Tu patria, el origen de tus orígenes, desean borrarla para que no tengas presencia.
– ¿Cargar con sus prejuicios es mi destino final?
– No tiene por qué serlo. ¡Haz memoria! ¡Olvida ese imposible que es el olvido y comienza a crear una nueva mirada en tu interior! ¡Vuélvete memoria cero para poder recomenzar surgiendo de tu propio origen! ¡Vuélvete memoria cero para tener un futuro personal pero ya evolucionando, porque tu verdadera patria es el punto cero de todas las patrias que te ha impuesto hasta abandonarte en medio de la niebla invisible.
– No veo. No me ven. Quizás sea solamente una utopía. Una utopía desnuda de apariencias externas que quiere ser realidad desnuda dentro de mi propio yo para poder ser una realidad.- Eso es. Nosotros mismos al desnudo, tal como estaríamos ante un espejo psicológico falto de memoria. No quiero decir que tengas que olvidar nada ni que tengas que negar a la memoria y tampoco te obligues a enloquecer de impotencia ante el pasado. Eres real pero no presencia en la experiencia ajena. No eres como los demás sino capaz de ponerte en algún lugar que ellos no quieren que ocupes. Esa es tu verdadera lucha.
– ¿Y mi patria? ¿Dónde está mi patria? ¿Quién se ha apoderado de mi identidad personal para haberme dejado sin patria?
Me desespera esta niebla en la que no veo ni nadie me ve. Me desespera comprobar esta existencia ajena el yo de los demás, pero verdadera existencia para mi propio ego. ¿El yo de todos ellos ha eliminado al ego de mi propia persona? ¿Por qué? ¿Cuál es el motivo y la verdadera causa de que me tengan dentro de esta niebla donde no veo ni nadie me ve? ¿Mi voz? ¿Qué sucede con mi voz? ¿Quién ha transformado mi voz para hacerme irreconocible? ¡No soy una máquina! ¡Soy un ser humano! Y escucho la voz que me habla haciéndome sentir que todavía queda tiempo para conseguirlo…
– Arranca los límites a las palabras y parte siempre de esa patria cero donde se condensa toda tu vida y tu memoria personal, colectiva, individual y social a la vez, para seguir siempre perteneciendo a lo inédito. Quizás ese sea el camino para hacerte reconocible.
– ¿Mi patria? ¿Cuál es mi patria?
Y arranco presidios palabras…
– Amada Patria Distancia… ¡cuánto te llevo dentro!. En los hondos sentimientos de mi cálida estancia eres sólido alimento… cuanta más distancia existe entre mi alma y tu cuerpo Amada Patria Distancia… ¡más dentro de mí te siento! Pienso… solamente pienso que eres la dulce lactancia donde bebo pensamientos de amorosa sustancia, de elevado encantamiento, de diámetra prestancia para mi breve lamento. Amada Patria Distancia… ¡cuánto te llevo dentro! En el vuelo de los vientos escucho la voz de mi ansia y te escribo versos sedientos. Cuanta más esencia existe entre tu idioma y mi acento Amada Patria Distancia… ¡más dentro de mí te siento!. Y pienso… solamente pienso que es infinita la ancha bahía de tu asentamiento donde arriba toda mi alma para besarte mi acento y, diáspora de la calma, en poema te convierto.
– Aquí nos encontramos tú y yo y es por ello por lo que quizás quede tiempo par apoder encontrarnos en medio de tu niebla y de mi luz. Sigue solamente tu impulso, tu energía, tu espontaneidad propia que es la de tu naturaleza. Podemos fluctuar hasta llegar a entendernos. El resto del mundo no es importante si le tienes miedo. Desea salir de la niebla hasta que lo consigas. Entonces yo estará a tu lado para definir, ante los demás, tu punto de partida. Lo importante es saber llegar.
– ¿Los demás? ¿Son los demás quienes transforman mi voz para hacerme irreconocible?
– Saber eso es ya un atisbo de punto de partida exacto. Habla de impresiones, de sentimientos, de alegrías, de dolores que has experimentado a través de los siglos hasta haberte conocido en tu interior.
– ¿Y después? ¿Cómo puedo hacer después?
– Saliendo de la niebla dejarás de ser olvido.
– ¿Salir de la niebla para recuperar mi verdadera voz?
– Eso es. Esa es la herramienta que se llama responsabilidad propia y que no tiene en cuenta las responsabilidades ajenas porque las vas a destruir. La certeza de lo que eres la intenta derrotar cambiando la voz que te identifica… pero debes ser quien eres y no lo que los demás quieran interpretar. Son dos cosas muy diferentes. Hay que destruir tu olvido.
– ¿Y la libertad de expresión? ¿Qué sucede con mi libertad de expresión?
– Quieren anularla pero no podrán. La libertad de expresión de un ser humano es siempre la libertad de comprensión de un ser humano. Tienes derechos irrenunciables y transformarte la voz para convertirte en máquina es siempre un boomerang que vuelve en contra de quien lo lanza. Derrotarás a quienes te ocultan en la niebla cuando a tu libertad de expresión le añadas tu libertad de elección.
– ¡Yo no quiero la libertad porque la libertad me ha encadenado! ¡Yo quiero la liberación!
– Interpretas muy bien las diferencias.
– Es que siempre hay diferencia entre sus yo y mi ego y entre mi persona y sus egoismos.
– La verdad es que tienes una gran ventaja. Tener una patria cero te hace tener univicidad. Ellos se equivocan. Ellos siempre se equivocan pero tu lucha no. Eres original y ellos sólo imitadores. Esa es la posición correcta para salir de la niebla y ver lo que ellos no quieren ver. Todo el contenido natural de tu interior es tu propia existencia. ¿Te has preguntado, alguna vez, si ellos tienen existencia propia o sólo son esclavos cuando te discriminan? Todo lo ajeno es propio de todo lo ajeno, pero todo lo propio es propio de la personalidad. ¡No eres una máquina! ¡Eres un ser humano!. Nacer de todo y para todo. Esa es la verdadera lucha contra la niebla y esa es tu verdadera patria, ese origen de tus orígenes que tanto anhelas encontrar. ¿Sabes ya cuál es el camino?
– Lo intuyo. Lo hago propio. Es un desalojo de experiencias negativas para formar un completa sinfonía de memoria en la que todo comienza con un nuevo enfoque cada vez que nos enfrentamos a una vida que ellos quieren dejar en blanco. Pero sé que saldré de la niebla y veré… y me verán… con todos mis valores y mis principios adquiridos desde mi primera formación humana de carácter familiar y que los demás están intenando ocultarlo.
– A eso yo lo llamo energía creativa. Crea tu propio sentido. Es algo que ellos no podrán transformar ni derribar. Si tu voz no es tu voz, tu conciencia sí es tu conciencia… y es a través de nuestra conciencia propia cómo podemos recuperar nuestra propia voz. ¡No eres una máquina! ¡Eres un ser humano!
Estuve pensando hace tiempo huir de la vida para acabar con mi existencia; pero ahora sé que debo defender la vida en todos los momentos y en todos los sentidos. No buscaré la muerte sino la apología de la vida hasta destruirles a todos ellos. Seré capaz de reinventarme una vez más… y otra vez más… y otra… y otra… hasta que ya no tengan posibilidad alguna de seguir transformando mi voz. Entonces no seré libre pero me habré liberado; que es la única manera de ser algo nuevo, algo que nadie puede someter, algo que les derribe defintivamente proque yo no soy una máquina sino un ser humano.
– Tendrás que usar un método porque toda liberación necesita un método para poder conquistarla.
– ¿Qué método es ese? La niebla sigue sin dejarme ver y nadie me ve.
– Esa es tu gran ventaja aunque los otros crean erróneamente que no. Usa el método de ser natural para poder evolucionar. Consiste en recoger toda la experiencia de los siglos, de los años, de los meses, de los días, de las horas, de los minutos, de los segundos que has tenido que callar para recuperar tu verdadera voz y para hacerte realidad imaginada e imaginación realista. Ambas cosas terminarán por darte el triunfo. Que tu equipaje, en medio de esta niebla que ni te deja ver ni deja que los demás te vean, será el propio estilo natural y evolucionado con que te enfrentes al mundo.
– ¡No soy una máquina! ¡Soy un ser humano y quiero ser un ser humano!
– Entonces deja de ser circunstancia y conviértete en meta propia para dejar de ser objetivo de los demás.
– ¿Eso es la liberación?
– Eso es la liberación.
– ¡Háblame de la lberación más allá de las coordenadas de la niebla!
– Lo primero es renacerte en tu nuevo quehacer.
– ¿Punto cero tal vez?
– Eso es. Punto cero sin influencias externas. El origen que buscas. Si lo haces lo consigues.
– Pero habrá mucho más…
– Habrá mucho más, efectivamente. Tendrás que ser causa y efecto de tu propia persona. Esa manera imaginativa de ser siempre toda esa carga genuina, espontánea y natural y, por eso mismo, inocencia. No una inocencia ifantil ni madura, sino una inocencia producida por tu propia plenitud creativa. Ser persona propia dentro del imaginario colectivo. Un parámetro equivalente a huír de los axiomas impuestos para crear los destinos propios. Con la imaginación liberada llegas a la liberación personal. Partir de una patria cero, de un origen cero, es el camino para hallar una liberación que nadie podrá impedirla. Ser capaz de ser feliz para tu propia razón humana.
– ¿Y cómo alcanzar esa felicidad liberada?
– Después de romper los axiomas que te han impuesto tienes que construir tu sueño en base a una espontaneidad libre de las complejidades dialécticas, las ideologías sistemáticas que han creado esta niebla donde no ves ni nadie te ve. Huye de la alienación y hazte sentimiento puro para establecer tus búsquedas hasta que las hagas realidad. Con ellos jamás podrás conseguirlo. Por eso rompe la niebla que te ha impuesto y cuando veas y te vean ya no podrán trasnformar tu voz para sus conveniencias. Imponte la única conveniencia de ser tal como deseas ser y tal como sueñas ser. Si te basas en la espontaneidad dirigida por lo razonable de tu ser natural eliminas la niebla.
– ¿Cómo se logra eso?
– Eliminando los juegos inmorales y faltos de ética, las razones aparecen a medida que vamos viviendo y sabiendo bien hasta dónde llega el infinito de nuetra liberación. Si te liberas logras liberar a quienes también, como tú, están dentro de la niebla impuesta por ellos. No eres una máquina. Eres un ser humano. Algo muy válido y muy valioso para el mundo transformador que transformará vuestros mundos propios. El estímulo selectivo debe saber que se puede llegar, aún siendo infinitos, a la vivencia universal que se hace concreta formando una catársis de nuevas patrias ceros llenas de contenidos ilimitados para dejar de vivir el sometimiento a esta niebla ajena y a estas manipulaciones de vuestras propias voces. La liberación consiste en manejar tus propias realidades y convertirlas en realidades superiores. Por eso no dejes que nadie te las imponga en contra de tu voluntad. El poder de las patrias ceros es una novedad incluso para nosotros mismos, pero podemos ejercerlo hasta hacerlo efectivo luchando contra las impotencias de todos ellos. Comenzar a ser. Comenzar a sentir de otra manera. Comenzar a vivir lo que de natural llevamos dentro. El poder que se obtiene con la liberación no es la libertad dirigida sino ser y sentir lo que somos y sentimos.
– ¡No soy una máquina! ¡Soy un ser humano!
– Eso es. ¡Rompe el silencio hasta poder recuperar tu verdadera voz!
– ¡No soy una máquina! ¡Soy un ser humano!
– ¿Cómo te sientes?
– Siento que la liberación está entrando en mi memoria.
– Pásala de tu memoria a tu corazón.
– ¿Y después?
– Entregásela a tu alma para que la goce tu cuerpo.
De pronto me siento real…
– ¡No soy una máquina! ¡Soy un ser humano y quiero ser un ser humano!