Escapé de una jaula, curioso que la rodilla que me falló entonces para mal, quiera recompensarme fallando justo cuando necesitaba un descanso, pero a jaula del trabajo no era lo que yo pensaba, ahora meses después, después del invierno, y casi pasada la primavera, sigo pensando en tí, sigo viendote en cada esquina, los recuerdos me avasallan , me tiran hacia un abismo en el que imagenes, sonidos, olores, todo me recuerda a ti.
Ya no veo tu cara, sólo un nombre en una serie interminable de fotografias que decidí no romper, en un gesto. En todo, ya ha pasado mucho tiempo, y sigo tan loco por ti como el primer día, no te tengo y te juré odio eterno pero te quiero, más que a nadie, y te odio más que a mi por quererte.
Espero que mañana sea el día en que por fin amanezca.
PD: vuelvo
A veces nuestras rutinas hacen difícil que dejemos atrás momentos de nuestra vida y mantenerlos sólo como tu díces, como gesto…, hacen difícil que lleguen situaciones y personas nuevas a nuestra vida que nos ayuden a ver las cosas de una forma diferente. Creo que sé de qué hablas, seguro que mañana amanece…un abrazo
Formamos parte de un círculo, de círculos concéntrisos, y allá, dode la jaula fue , hoy presentimos un regreso…pero esperando a que el círculo se cierre. saludos.