Ni un consejo más. Ni palmadas en la espalda.
No vendrás a decir mi voluntad sin usar palabras que no se me hayan ocurrido a mí jamás.
“Tiempo al tiempo”, “espacio al espacio”: son divanes en los que nunca me voy a recostar.
La impaciencia bebe con la soledad.
Les veo brindar por los efectos secundarios de la realidad.
Algunas cosas nunca se superan. Sólo supuran y se cuelan -afiladas- en las cajas -apiladas- de mi enésima mudanza.
(Nueva Vulcano)
Lo que eres es producto de todas las experiencia vividas y para bien o para mal eres tú misma y a quien no le guste puede irse por donde vino. A veces no es necesario demostrar como somos, nuestros actos hablan por si solos, una unica cosa es necesaria :sentirse orgulloso de lo que cada uno es.
Muy bien escrito. Un beso. Elbereth
Muy profundo, pero a decir verdad todos esos golpesitos, esos consejos no sirvieron para nada, por que ellos no te hicieron lo que eres ahora, simplemente fue la experiencia, lo que te ayudo a ser la persona que ahora eres, y a bien o a mal eres la misma.