Hoy milagrosamente llueve en la ciudad. O quizás no sea un milagro sino solamente una sorpresa. El caso es que llueve ligeramente, como pidiendo perdón al verano. Como si las nubes estuvieran llorando en silencio. Llorando por algo que no marcha bien. Llorando por alguien que lo está pasando mal. O quizás solamente llorando por una especie de blanda nostalgia. Nostalgia de algún porqué escondido…
Paseo bajo la ligera lluvia por la calle Mayor y el mayor de mis pensamientos es ahora sólo una utopía. No sé que nombre darla. Quizás a las utopías no hay que ponerles nunca ninguna clase de nombres. Y pido perdón al cielo por pensar en una utopía. Pido perdón sin saber por qué. Pido perdón sin saber de qué. Pido perdón sin saber para qué. Quizás la utopía sea siempre la última esperanza. Por eso la voy a nombrar “Utopía esperanza del vivir”.
Me gustaría conocer el idioma universal para poder llamarla con un nombre más concreto. Me gustaría conocer el idioma de las estrellas para poder llamarla Cosmos o quizás solamente Fe. Pero no. Simplemente la llamaré “Utopía bajo la lluvia”.
Camino lentamente por la calle Mayor. Y me mojo lentamente… muy lentamente… sintiendo a la utopía llamándome a vivirla. Quizás sí. Quizás podramos los seres humanos llegar a mojarnos todos un poco ligeramente a la hora de pensar en el por qué de la existencia. Camino lentamente por la calle Mayor y una paloma busca refugio entre las ramas de un arbusto. Quizás solo sea eso. Sólo una utopía como refugio para el alma.
!me encantó tu forma de escribir sobre la utopía viviente!. Escribes como un mágico poeta. La utopía bajo la lluvia refresca mi memoria en este verano tan ardiente. Y me refrescó tu texto como un bálsamo curandero. Un abrazo. Me encantó tu texto.
Muy bonito:)