Es una voz doliente en la selva, la de quiénes resisten frente a las armas con el único escudo de su espíritu.
El rumor de la lucha paciente y segura llega dulce hasta nuestros oidos y, al igual que llega el viento del sur hasta la enorme duna, remueve conciencias y modela las piedras del olvido.
¡No flaqueéis! No, os lo pido de corazón; que tras contemplar tanta indiferencia, al menos yo, no podría vivir sin vuestro valor.
(Por la resistencia en Colombia; por las comunidades de paz; por las víctimas de la indiferencia, la codicia y las mentiras; por quienes aman la vida; por todas las poblaciones oprimidas que se niegan a ser desaparecidas; por la verdad, la justicia y la reparación)
Las voces dolientes de las gentes sufrientes… son las que poseen siempre la verdad y son las que son siempre las víctimas por poseer la verdad en un mundo de mentiras. Un abrazo condenato. Muy bien por el valor de tu voz caliente.