Si te desnudas sobre las espinas
clamando que te salve con mi sexo
mostrándome tu cóncavo y convexo
juntos cruzaremos la ciega esquina
y sonreiremos entre bambalinas
al brillo de cristales muy reflejos
redimiendo tus antiguos complejos
y pisando feroz las moralinas
que no es algo vano morir un poco
después de haber vivido ciegamente
cumpliendo obligaciones como loco
es hora de disfrutar mansamente
y a los ángeles buenos yo convoco
a gozar del amor eternamente
Buen soneto, Fabio. Un abrazo sincero.