Esta noche he vuelto a mi viejo barrio querido.
Fiestas, bullicio. color, buena gente. Por un momento he querido volver atrás, pero no he podido. El barrio ya no es el mismo.
El calor humano ya no está, sus edificios són ahora simples moles de cemento frío, sin vida. Las ventanas floreadas de ayer hoy están vacías, calladas. Las viejecitas cotillas sentadas alrrededor del portal tampoco están ya.
La gente ya no es mi gente y tampoco estás tú, así que, aunque el barrio ajeno a mí esté de fiesta, yo me siento triste. Siento ausencias en mi corazón imposibles de llenar. Prefiero mis recuerdos, ellos alegran mi alma.
Un abrazo. Alaia
Un comentario sobre “Viejo barrio querido.”
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Que recuerdos Alaia. Yo también tengo un viejo barrio querido al que ya no pertenezco. Cuando me acerco a él falta el vendedor de los melones en medio del boulevard, la quiosquera que vendía regalices y el lechero del portal de al lado que tanto ruido hacía con su Volkswagen de tipo escarabajo… ah… y me olvidaba de las tupidas encinas… ahora todo es cemento y un pasar frío de gentes desconocidas… Besos, Alaia… los viejos barrios son siempre nos que dan presencia a nuestra infantil sensación…