La emboscada del tiempo señala, según escribe Antonio Lobato, en el diario MARCA del día de hoy , 23 de agosto de 2009, que “días de lágrimas, vísperas de cambios”. Celtas Cortos cantaba algo así ¿y a ti cómo te va con el tío ese, espero que te divierta… yo… ya ves… como siempre sigo soñando mientras todos los demás han cambiado… han cambiado….”
Pintora ecuatoriana. yo sigo siendo igual. Soñando con la bohemia de aquel Café Libro lleno de canciones. ¿Y a tí, cómo te va con la pintura?. ¿Llegaste por fin al Perú?. Deseo de corazón que logres éxitos verdaderamente triunfales, Yo, ya ves, como siempre, escribiendo para no morir de hambre…
¿Qué pasa con mi poesía me preguntas?. Pues no lo sé, sinceramente sólo se que te la regalé sin pedirte nada a cambio. Escribo poemas como un piloto de fórmula 1. O sea, lanzo los versos a toda velocidad.
Bueno, todo esto es sólo un sueño, como dijo el escritor español Calderón de la Barca. Es como querer escribir poemas a los cuadros de Guayasamín o Kingman. Escribir versos a los cuadros de Guayasamín parece más “naif” ¿no es cierto?, mientras que escribir versos a los cuadros de Kingman es introducirse en ciertas corrientes sociales ¿verdad?. Bueno. Al fin y al cambo da igual. Escribir versos para los cuadros de los dos es igual de simbólico.
Adiós amiga. De verdad te deseo que triunfes en la pintura porque te lo mereces. Y en cuanto a mi no te preocupes. Estoy intentando pintar el Universo. Si. Claro que es una utopía. Pero qué voy a hacer. Sigo siendo así…