Y te dirán los realistas no soñadores que te he olvidado atraído por el canto de las sirenas, los misterios de los duendes y las sonrisas de las magas hechiceras de los mundos ajenos a ti… tragado por el viento de las aventuras. Pero no. No será nunca eso verdad… y me verás volver, una vez más, con mi mochila a cuestas como niño necesitado del amor. Sí. Volveré, pequeño lugar de mis múltiples nacimientos, porque tengo grabados a fuego perpetuo todos tus estigmas en mis ojos con mirada y en mi corazón con palpitares.
Es verdad que he experimentado muchas vivencias muy lejos muy lejos de ti… pero hay algo tan profundo en tu manera de existir y en tu manera de cobijarme por las ensoñaciones nocturnales que necesito siempre (cuanto más lejos te tengo más dentro de mí te llevo) ese beso amoroso y maternal con que cubres todas mis ansiedades.
Efectivamente. Los realistas no soñadores te dirán muchas veces que te he olvidado atraído por los cantos de las sirenas, los misterios de los duendes y las sonrisas de las magas hechiceras de todos esos mundos ajenos a ti… pero tú sabes, con total certeza, que jamás te he olvidado ni te olvidaré nunca, lindo pequeño lugar de mis múltiples nacimientos. Así que volveré. Volveré una vez más para recibir el aliento de tu perpetuo beso amoroso que tan dentro está en mi alma. Por eso una vez más, llegaré andando por la carretera, como siempre, lleno de polvo mi equipaje, como siempre, con la mochila a cuestas, como siempre, repleta de estupores y aventuras como siempre… para contarte todo ello sentados tu y yo en el límite de tu frontera, bajo la luz de la luna y acompañados, los dos, por tus humildes pero bellas estrellas. Un beso.
Siempre se vuelve a Itaca.
¡Qué el viento te sea propicio, amigo Diesel!
Querido amigo del alma, yo lo siento como tu, aunque aveces el destino y las cosas fatuas de la vida lo disimulen, los viajeros hemos nacido muchas veces, siempre con la mochila raida al hombro, sin miedo a la noche ni a los recodos, sedientos de vida y caminos interiores, siempre buscando la paz, abrazandola en ocasiones, para volverla a guardar en la mochila y continuar al camino, un camino infinito que nos muestra nuetra verdad en su trazado. un besazo y gracias, tu eres parte de mi espiritu, en la mas limpia de las amistades de corazón, muchos besos a liliana. y recuerdos de joaqui.