Voremia de noche azul:
entre las horas del sueño
camino bajo el ensueño
de tus campos de bambú.
Hay un abedul
machadiano pero sin dueño,
por ser libre y ser pequeño,
en este mundo de tul.
Y su grandeza voremia
es vivir siempre como tú
!libérrima epidemia
de infinita magnitud!
(Dedicado a Grecosay y todos los voremistas de la poesia sin final)