Se cierran todas las terrazas, los amores de verano llegan a su fin, se acaban las noches en vela mirando al cielo, se terminan las sandalias, se dice adiós a la playa y a los días de sol mientras que saboreamos el último helado de nuestro sabor preferido…
Y a cambio de todo esto vuelve nuestro más preciado frio, ese que nos da el calor que nunca nos dio el alguien que siempre quisimos, ese que llama al abrigo y a nuestra bufanda favorita bordada con tanto amor por la abuela.
Vuelve el frio y con él las noches llenas de lluvia y desamparo, los días rutinarios y llenos de responsabilidades, las noches a solas mirando como cae el agua en las calles…
Un sitio nuevo, donde encontramos a gente nueva y nuevos retos y metas, vuelve el comienzo de otro año donde prometemos ser mejor que el anterior y donde deseamos encontrarnos al amor de nuestra vida.
Aún el sol no se ha ido del todo y ya lo echamos de menos, porque vuelve el frio y con él las noches llenas de lluvia…
Y. sin embargo, Elbereth, no existen los fantasmas… así que las noches no son para sentir miedo… aunque sople el frío en las terrazas y vuelen los hojas con el viento…
Bien dicho mi gran amigo diesel, pero quizás no existan los fantasmas pero muchas noches estan llenas de soledad, la cual da mucho miedo a mucha gente… gracias por comentar!! me llena de orgullo que leas mis textos!
Hola Elbereth. Mucho Gusto! Que lindo texto, no te habia leido antes. Me gustó mucho y me hizo sentir un tipo de nostalgia y melancolia envuelta en la lluvia. 🙂 Que bueno es volver y leer textos tan envolventes y concisos. Un saludo desde la distancia.
Es para mí una gran alegrçía comentar tus textos. De verdad. Gracias por escribir.