Wendy es la cooker inglesa de mi familia. Es de pelo completamente negro y tiene los ojos de color azabache que cuando te miran te traspasan el alma. Es juguetona, con un espíritu alegre (5 meses de edad) que contagia a todos y te alegra el ánimo. Siempre está corriendo y saltando y es lametona (muy lametona). Traviesa. Muy traviesa como si fuese una chiquilla humana aunque es perrita. Pero sucede que yo creo que los animales tienen alma muy parecida a la de los seres humanos. Al menos, cuando veo la vitalidad de Wendy, creo en ello…
Wendy es libre. Juega libre. Sueña libre. Camina libre. Y nos ama libre. Amiga de los humanos es muy fácil quererla… y por eso Wendy me despierta las ganas de poetizar y de sentir que allí donde late un corazón vivo hay una esperanza para el futuro…
Un bonito retrato de tu perita Wendy. Todavía recuerdo el día que llegaron tus amigos a tu casa a traertela.
Un abrazo y una caricia a tu perrita.
Gracias Wersi… se lo daré de parte tuya y ten por seguro que lo sabrá agradecer. Wendy es muy agradecida… como suele ocurrir con los animales puros…