Érase una vez una soledad tan grande que se convirtió en noche. Y entonces fue cuando nació la luna…
Alba se encontraba en el mismo lindero en que había convivido toda su vida con la sensación de ser la primera causa de su propio drama. ¿Y la careta de las alegrías?. ¿Dónde estaba su famosa careta de la felicidad?. Alba no sabía responderse a sí misma cuál era la ansiada meta de sus perspectivas. Sentía el amor ausente. Y entonces nació la luna…
El transcurso de los momentos de su soledad la iba dejando a un lado de la existencia. Alba veía cómo se diluía entre las sábanas del silencio. Y entonces fue cuando nació la luna…
– ¡Alba!. ¡Acúname entre los sueños de tus brazos de olvido!.
Alba miró al cielo. Allí estaba, temblando en medio de la noche, el pájaro azul de sus deseos.
– ¡Alba!. ¡Ábreme el corazón de tus desdichas para poder anidar en tus pupilas!.
A Alba le entraron los rayos del vértigo y sus ojos se volvieron tan azules como el planeta por donde sobrevolaban las ondas del mar.
Salió Alba de su desencuentro y encontró cobijo en el aire. Volaba por encima de cualquier principio material. Ahora Alba se había convertido en dicha. Y entonces fue cuando nació la luna…
Eh, agua de vida, gota de agua de tu cara!
¡Eh, luna de cielo, reflejo de destello de tu cara!
Dije que quería luna para la noche larga:
noche de la noche de tu bucle y luna de tu cara. Un beso Diesel.
!Precioso cuento, Diesel!. La luna como símbolo-cobijo de los sentires. Alba viene a ser presencia misteriosa en el alma del espíritu femenino y analizo que los pájaros azules sustituyen a los imposibles príncipes haciéndolos mucho más virtuales y habitables. !Me encanta tu manera de dar vida a los silencios y motivar a quien padece!. Y entonces fue cuando nació la luna… y en medio de la alcoba nocturna leo tu cuento y me sumerjo en el corazón de las estrellas.
NOTA:- Tu continua presencia de ánimo me alimenta de visiones de Luz. Muchas gracias por pertenecernosy besos vorémicos para tu pluma…
Gracias doy al agua de vida de la luna
gracias doy al cielo reflejado en tu cara…
gracias doy a la noche que me da la una
y la otra especie de vida tan dulce y cara.
Es la emoción de sentir seres que viven las dimensiones del silencio para llenar de signos la vida como lo haces tú, lo que me alimenta de relato y de poema, de cuento y de reflexión, de existencia vorémica en medio de la urbe. Un beso.
Que bonito Diesel, tanta gente y una luna para todos