Y con frío, o con calor,
éste seria el vestuario,
que tendría que llevar,
durante tan largos años.
Carecíamos de los medios
suficientes para asearnos,
ni siquiera disponíamos
de jabón para ducharnos.
Igualmente de los piojos,
no conseguíamos librarnos,
la mayoría de los niños
no parábamos de rascarnos.
Nunca llegaré a olvidar
el hambre que allí pasamos,
que comíamos desperdicios,
y cortezas de los plátanos.
Y uno de los castigos,
que más le llegué a temer,
que te ponían de rodillas
y dejaban sin comer.
De terribles enfermedades
no conseguimos librarnos,
y algunos las llevaremos
para el resto de los años.
Enseñanzas escolares
eran allí inexistentes,
y solo nos enseñaban,
a rezar constantemente.
Mi corazón vivía triste
mis lágrimas no cesaban,
sabía que a trescientos metros
se encontraban mis hermanas.
No tendría que existir
toda esta gente tan cruel,
separando a los hermanos
y no permitirlos ver.
Todos los días del año,
el rosario se rezaba
domingos y días de fiesta,
a misa no se faltaba
En la Iglesia me quedé
sin poder decir palabra,
en aquel grupo de niñas
pude ver a mis hermanas.
Mi alegría era muy grande
mi corazón se inundó,
intenté llegar hasta ellas
y Ramón me lo impidió.
Por llorar fuerte en la Iglesia,
pagué caro mi osadía,
a la calle me sacó
y me pegó una paliza.
En mi trasero y espalda,
recibí duro castigo,
con esa famosa porra,
que solía llevar consigo.
Según este superior,
tuve un pecado mortal,
además de confesarlo,
lo tendría que pagar.
No comí alimento alguno,
la tristeza me invadía,
caí gravemente enfermo
y casi pierdo la vida.
No sé si fue un milagro
o pura casualidad,
sin medicinas ni médico,
yo me conseguí salvar.
Sinceramente yo creo,
que si puedo estar aquí,
se lo debo a Valentín.
Para mí el tiempo paró
y el sol no volvió a brillar,
durante tan largos años,
yo viví en la oscuridad.
CONTINUARA
Disculpa por este comentario, que no iba destinado a tí. Ha habido una confusión.
Saludos.
Que razón tienes amigo en las injusticias y el la sangre que se derrama en nombre de Dios, mientras que los niños son explotados y mueren de hambre ellos en sus lujosos y grandes palacios y sin hacer nada para evitarlo, gracias por tu comentario y saludos afectuosos Alborjense
Amigo no te puedo mandar el libro ya que no dispongo de tu correo, si te interesa mándamelo por favor, el mío es
Te lo envié hace días (antes de mi viaje) por mensaje privado. ¿No abres el Menu Principal, donde pone Mis mensajes privados? Pues ahí lo encontrarás.
Saludos.
Sigue conmoviéndome.
Continuo con la 3ª parte.
Dieses, estos versos los saque de mi libro biográfico (Cicatrices del alma), no se si lo abras leído pero si no es así y quieres leer mi libro, con mucho gusto te lo enviare en libro electrónico a la dirección que tu me indiques, en cuanto a lo de tu comentario, además de agradecértelo estoy totalmente de acuerdo contigo, un abrazo Josan
Sigo el relato de tu vida y espero tu envío prometido por e-mail.
Un abrazo, Alborjense.
!Triste y doloroso, compañero!. !Cruel!. !Qué profunda rabia me entra al saber que han existido poetas escarnizados de esa manera!. Tu poema, escrito con llaneza y singular sensibilidad me ha gustado mucho. Un abrazo. Qué diría su Santidad del Vaticano si leyese tales brutalidades cometidas en nombre de su dios que no es el Dios de la Humanidad. Pero no. Él seguirá ocupado en vestirse de púrpura y oro y anudarse a sus dedos anillos descomunales.