20 Minutos en el Sureste (nocturnal) El Chivatazo

!Ven agua!. !Ven agua!. Gritan como desesperados algunos murcianos que no terminan de crerse que sí que va a seguir lloviendo un poco más. Un poco más de vergüenza tendría que tener cierto brigadier “jardieliano” (y lo digo por un personajillo de Jardiel Poncela) a la hora de querer ligar con chavalas solteras por el simple hecho de ser “brigadier”. ¿Y qué importancia tiene ser “brigadier”? me pregunto yo si un “brigadier” es simplemente un rango en el escalafón militar que originalmente era empleado para designar a quien comandaba una brigada y equivalente, por tanto, a brigada en el escalafón de suboficiales (!ni tan siquiera es usted oficial, so “guaperas”!). !Mucho más mola, por ejemplo, capitán como mi padre fue o incluso capitán general que eso ya es que se sale del cuadro estadístico de lo importante que es.

Sí. Mi padre era capitán en mi imaginación aunque en la realidad fuese teniente. Pero oficial al fin y al cabo y no como usted señor “guaperas” que no ha pasado de “brigadier”. !Y deje de mariposear con las chavalas guapas!. !Ande, váyase a confesar al Sacristán Don Ansaldo que tiene unas cuantas cosas que contarle a usted y ajustar varias cuentas so chapucero (que es una palabra que la tengo escrita en la hoja que me han dado para escribir y que conste que yo no tengo la culpa de llamarle chapucero y échenle la culpa al que ha confeccionado el Catálogo de Venagua, que no he sido yo esta vez). !A ver, que dé un paso adelante la persona, hombre o mujer, que ha escrito en el Catálogo la palabra chapucero (que repito que esta vez no he sido yo)

Paso de tema porque estoy ya harto de que me quieran echar la culpa a mí por haber dicho que el “brigadier” es un chapucero y me traslado a una batucada (que es palabra que no entiendo pero voy a investigarla después) a descansar un poco, antes de seguir, debajo de la sombra de unos limoneros que encuentro en una huerta murciana mientras se oye, a lo lejos, música brasileña. !Pero esto qué es! seguro que protestarán algunos de mis lectores y sobre todo algunas de mis lectoras que son las que más broncas me echan cuando no comprenden lo que escribo. !Que ya voy, caramba, que ya voy a decir lo que significa batucada pero no me chillen tanto en la oreja derecha y repartan un poco la bronca entre las dos orejas por eso de la Compensación Bancaria de la cual yo tengo un montón de experiencias varias!. Vamos a ver si nos ponemos serios por un momento aunque sólo sea para explicar qué diantres quiere decdir batucada para que no se ofendan más mis amigas lectoras. No es nada malo que conste. Batucada no es nada malo estoy seguro, pero voy a investigar por si acaso: la batucada brasilera es una danza muy linda, expresiva y con fuerza. ¿Habéis visto como no era ninguna palabrota ni mala palabra?. Ya una vez calladas mis lectoras continúo lo poco que me queda de este Chivatazo con algo sobre pintura.

Nada. Que los niños no hacen más que manchar las paredes de Renuevo con los rotulasdores de “Carioca” mezclados con agua y gas sulfatado o vaya usted a saber qué otro elemento químico para producir masas de pintura. Ya lo sé que no es importante para mis lectores pero para mí es trascendental porque luego te rozas sin querer con la pared y te “pringas” tanto de pintura que pareces un “pringao” y a más de uno les ha pasado esto. Por cierto ¿sabéis que quiere decir “`pringao” en España?. Debe ser alguien como el que ha elaborado este dichoso Catálogo que no lo entiendo del todo bien. En serio, “pringao” tiene un significado bueno y otro significado malo. Como sólo me interesa quedar bien con mis amigas lectoras ahí va la definición buena (que la mala sólo es de barriobajeros y yo no soy un escritor barriobajero como otros que conozco en la Literatura Universal: “Pringao” es un apelativo cariñoso que recibe toda aquella persona de poca relevancia para su estudio en interés de la ciencia. La definición mala que me la sé de sobra no la esribo yo porque es una chapuza de pandilla barriobajera.

Así que termino con una sinopsis de la obra teatral “Los cuentos del dormilñon” (y supongo que no lo dirán por mí) que la voy a copiar textualmente porque no tengo ya mas ganas de darle vueltas a la cabeza que tengo que escribir el quinto y último capitulos de mi Relato “De oro y plata” esta misma noche y tengo que tener la memoria descansada: “Dos pueblos están enfrentados desde hace mucho tiempo, el pueblo de los cabezas puntiagudas y el pueblo de los cabezas redondas. Lo único que tienen en común es el río azul que pasa justo por el medio de los dos pueblos. Una noche el río desaparece misteriosametne provocando la ira de los cabezas puntiagudas que culpan a los cabezas redondas de haberlo robado. Si no lo devuelven a su sitio harán una guerra. Será entonces una niña con una preciosa cabeza puntiaguda, Anita, que ayudada por su amiga la luna intentará descubrir el verdadero culpable y evitar, quizás, la guerra”. Si queréis saber el final de esta tragedia medio cómica medio circense pero tragedia al fin y al cabo la podíais haber visto, de haber espabilado más y no haberos quedado durmiendo tanto tiempo, en el Auditorio de Beniaján, el pasado día miércoles de este mes de mayo a las 11 y representado por la Compañía de Teatro Sísifo”. ¿También tengo yo la culpa de que seaís algunos tan perezosos y vagos que no sepáis ni en qué día estáis viviendo?. Yo lo único que puedo hacer, para aprovechar la oportuniudad de daros un dato cultural imoportante es deciros quien era ese tal Sísifo. Más no puedo hacer. No haberos dormido tanto. En la mitología griega, Sísifo (Σίσυφος) fue fundador y rey de Éfira (nombre antiguo de Corinto). Era hijo de Eolo y Enarete y marido de Mérope. De acuerdo con algunas fuentes (posteriores), fue el padre de Odiseo con Anticlea, antes de que ésta se casase con su último marido, Laertes. Hay mucho más que contar de Sísifo pero quien quiera saberlo que se compre un Diccionario Espasa y lo lea en su casa. Yo estoy ya cansado (y por cierto también casado) y me voy a dar una vuelta por la calle para encender un “coburn” de los indios sioux. No explico nada de los sioux. Adiós.

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