Evita… evita a todos los camellos de la sed jorobada y a todos los boyeros del látigo en la mano. Serás feliz junto al montañero que hace fuego con la leña de los bosques y te invita a jugar al mus formando pareja contra las lechuzas.
Archivo por días: 22 octubre, 2004
Silencio de verano con toda Ella entre mis brazos
Después de tanta espera, con las armas del combate hechas pedazos de sueño deshilachados por las cortinas del humo y las fumarolas de las farolas nocturnales, con el corazón hundido en el ámbito de todas sus presencias, cuando el otro se embarcaba en fiestas palaciegas y placeres de celofanes engalanados con cintas de colores, yo me encargué de encender todas las horas de las esquinas y allí, calentándome con poemas a la lumbre de los cenáculos del viento, rodeado de empedernidos perseguidores de sueños imposibles e inventándola historias de tómbolas diarias,