ha pasado tiempo,y todavia
puedo ver tu rostro como el primer dia,
tu dulce sonrisa besar mi mirada,
he vuelto a sentir el aroma
de tu piel que embruja
Archivo por días: 22 diciembre, 2004
Camino, Verdad y Vida.
Busqué el Camino y me hablaron de Kerouac y la Janis Joplin, de Sex Pistols y otros muchos más… pero yo buscaba un camino diferente. No ese de las drogas y el estruendo decrepitador. No ese de los desenfrenos y la moribundez. Y entonces me hablaron de uns escarabajos vestidos de negro que cantaban a Lucy en el cielo con diamante. Pero no me interesó su demencia y cuando vieron que no me satisfacían los submarinos amarillos donde los sargentos consumían pimienta aderezada con ácido lisérgico de las amapolas me hablaron de otros muchos caminos como los enfermizos y pústulos de un tal Bourrowght y luego, cuando rechacé de plano las desviaciones sexuales, de otras rutas como la del bakalao que solo eran encrucijadas sin más salida que la muerte.
Lilo y las gaviotas…
Son marineras y todas las mañanas cuando Lilo se acerca a las cornisas del malecón de aquel pueblo impregnado de olores y sal, mientras las olas del mar azotan la playa rompiéndose en las arísticas piedras del muro de contención, ellas llegan para escoltar a las barcas de los pescadores y poder comer los pescados que éstos arrojan al mar. Y están también los otros. Los de la caña y el sedal -ajenos a la voluntad de las gaviotas- intentando capturar “tiburones” en forma de atunes, carpas y congrios; pasando sus vidas entre anzuelos y carretes mientras Lilo abandona sus abigarrados pensamientos y se sienta sobre la roca para descansar envuelto en las blancas presencias de las gaviotas. En esfecto, es Lilo contemplando las vaporosas nubes que impregnan, de blanca sensación, la llegada de ellas.